Una nueva ley limitará los permisos a presos tras el crimen de Alcàsser

El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, afirmó ayer que, después de los sucesos de Alcásser, transformará en ley la circular de su departamento que fija los criterios para la concesión de permisos carcelarios y asume la "vigilancia" de las decisiones de los jueces penitenciarios. "Así no se producirán diferencias de criterios", dijo. Mientras se modifica la legislación, en caso de diferente criterio entre Justicia y los jueces, De la Quadra propone que la oposición del fiscal invalide la decisión del juez "hasta que decida el Tribunal Supremo".

El ministro Tomás de la Quadra dijo que sucesos tan graves como el asesinato de las tres niñas de Alcàsser merecen una reflexión serena a la hora de plantear la reforma de las leyes, y recordó que en la reforma del Código Penal ya se plantean agravamientos de las penas para los violadores y cuando las víctimas sean menores. También afirmó que habrá. un endurecimiento en las reducciones de condena, al tiempo que anunciaba un cambio en la legislación para vigilar la concesión de permisos penitenciarios.En 1988, Justicia redactó una circular "distinguiendo los posibles beneficios penitenciarios en razón de la personalidad y peligrosidad del delincuente y de la gravedad del delito, que recogía que fuera la propia Dirección General de Instituciones Penitenciarias la que vigilara la concesión de estos permisos Esta precisión, que ahora está a nivel de circular y que ha venido aplicándose a nivel de la Administración, hay que hacerla ley para que no se produzca una diferencia de criterios entre la institución penitenciaria y los jueces", dijo el ministro.

El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), José Mateo Díaz, dijo ayer que la experiencia demuestra que hay personas que "no son reinsertables", como es el caso de los asesinos de las niñas.

La Guardia Civil ha identificado en Valencia a un nuevo sospechoso de colaborar con los autores de las tres muertes. Se trata de un ex presidiario, amigo de Antonio Anglés -presunto autor del triple crimen-, de unos 50 años, que habría tomado parte en el enterramiento de las niñas. Fuentes de la investigación afirmaron también que Antonio Anglés, que está fugado, lleva una serpiente tatuada en un brazo, se ha teñido el pelo de rubio y utiliza documentos falsos.

En estos momentos se halla en prisión Miguel Ricart, y la policía busca a Antonio Anglés y a ese tercer hombre sobre cuya implicación en el delito hay versiones contradictorias. La Guardia Civil le considera cómplice, mientras que fuentes de la Delegación del Gobierno en Valencia apuntan que fue uno de los asesinos.

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