_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dos visiones de Gogol

Opera de Cámara de Moscú

Director: B. Pokorvki. Director musical: A. Levin. Intérpretes: Jruliov, Tarjov, KoImakova, Ribasenko, Borovkov, Gubariev, Radinovik, Sarkisov, Agapov, Ostrumov, Kazachkov y Paramonov. Obras de Mussorgski y Shostakóvich. Teatro de Madrid. 30 de enero.

La Ópera de Cámara de Moscú, que dirige artísticamente Borís Pokrovski, se despidió del público madrileño con dos obras basadas en Nikolái Gogol: La boda, que Mussorgski dejó inacabada, y Los jugadores, de Shostakóvich.Mussorgski trabajó con afán en La boda, y de la certera visión que tenía de lo operístico nos dice mucho su correspondencia con César Cui, al que en julio de 1868 le explica su "tentativa de ópera dialogada", resaltando los cambios de entonación que, hasta en las palabras más insignificantes, dan fuerza al humor de Gogol. Mas en el camino de La boda se cruzó nada menos que el empeño de Boris Godunov, con lo que la primera quedó aplazada y, al fin, incompleta. Sin embargo, el acto de que disponemos revela esa fuerza inusitada de la invención mussorgskiana, tanto en lo vocal como en lo instrumental. La pieza, tenida como primicia de la comedia rusa de costumbres por los críticos literarios, adquiere, al transmigrar a los pentagramas del más genial integrante de los cinco de San Petersburgo, mayores dimensiones dramáticas. Fue bien interpretada, en lo teatral y en lo musical, por Jruliov en el solterón Podkolesin; Tarjov, su amigo; la Kolmakova, especie de Celestina burguesa, y Ribasenko, sirviente del protagonista.

Shostakóvich, que había tratado a Gogol en La nariz -estrenada en Leningrado el año 1930-, vuelve al autor de Las almas muertas en 1943 con Los jugadores. También se trata de una ópera dialogada, como en el caso de La boda, esto es, un continuo melódico, en el que palabra y música se funden estrechamente sin que exista la parada tradicional en la ópera anterior para el momento de las arias, dúos y demás. Ironía, movilidad, naturalidad del discurso y acentuación aparecen, sin embargo, más sujetas a soluciones rítmicas que en el caso de Mussorgski o del mismo Shostakóvich en La nariz.

El humor

El aspecto humorístico cobra tintes trágicos cuando, tras la mofa del discurso antiformalista emanante de Stalin a través de Udanov y la befa de los críticos adictos al sistema, se presenta el fantasma del miedo ("¡que los enemigos tiemblen por las noches!"). Esto, que no es invención literaria sino realidad histórica cercana, impide caminar con libertad en nuestro ánimo, como en el del compositor, todo asomo de ironía, tal y como sucede en La nariz, nacida en otras circunstancias y referida a otros tiempos: los de Gogol, en 1835, cuando se publica la narración. La profesionalidad de todos cuajó en una jornada de merecido éxito.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_