A ritmo de 'rap'

The Big Issue (La Gran Cuestión) no sólo se vende en las calles de Londres. Brighton y Manchester son otras ciudades en las que se puede adquirir la revista, al igual que en las tiendas Body Shop, algunos almacenes y librerías.

"A la gente le gusta. Hay cosas útiles para todos, como información sobre teatros, lugares para tomar una cerveza y buenos reportajes. Y yo creo que las cartas que escribimos nosotros interesan mucho. Hay mucha gente que te dice: 'Ahora sé más del problema', y se vuelven más solidarios", explica Willy con un ojo puesto en la revista y el otro en una turista italiana que se queda extrañada ante el vendedor. No se queda corto Willy.

A ritmo de rap, entona lo que él considera su mejor arma de venta: "¡Compra la revista, entérate de la cuestión, no mires a otro lado, ésta es la situación!". Una vieja con cara de Ejército de Salvación se le acerca y le pone una libra en la palma de la mano. Willy le da la revista, pero la vieja no la quiere: "No; es para ti. Feliz Navidad". "Yo no quiero uña libra, quiero que me compre la revista", dice enfadado el escocés.

Un aspecto más digno tienen estos homeless vendedores en el semblante. Incluso en la propia revista se advierte claramente a los distribuidores: "No cogemos dinero en las calles, sólo vendemos una revista".

"Creo que la publicación da un espacio a los homeless que antes no tenían. Ayuda a que recuperen dignidad y capacidad para administrar su vida. A que tengan un espacio donde expresar su visión de la vida y sus opiniones", explica Winter, sin aventurarse a afirmar si es el principio de una consciencia colectiva de los miles de personas escupidas por el sistema a la cuneta de las calles.

"Sé que en España también hay gente que vive en las calles, y en Francia, y en Italia. No sé por qué, no conozco la situación. Pero tengo claro que si hay otros que viven como nosotros, como cerdos en las aceras, es que tenemos algo en común, ¿no?". Contundente, Willy.