El Tesoro rebaja la rentabilidad de la deuda y adjudica una cifra récord
El Tesoro rebajó ayer la rentabilidad de la deuda a medio y largo plazo y, a pesar de ello, logró colocar un volumen de títulos desconocido desde el no danés al Tratado de Maastricht. Esta muestra de vuelta a la tranquilidad tras las turbulencias monetarias del otoño chocó con los graves problemas que atravesó ayer la libra irlandesa. Esta divisa volvió a situarse en el límite de depreciación que tiene asignado en el Sistema Monetario Europeo (SME) a pesar de que la autoridad monetaria irlandesa aplica de nuevo un 100% como tipo de interés a un día.
El ministro de Finanzas irlandés, Bertie Ahren, descartó ayer una devaluación de la libra irlandesa, ahora el el blanco de los ataques especulativos en el SME tras la fuerte caída de la libra esterlina. Con todo, el Comité Monetario se reunirá el próximo lunes y es en esta instancia dónde se deciden las devaluaciones. También es posible que el Comité impulse los trabajos para una eventual reforma de los mecanismos de supervisión en el SME.La divisa irlandesa soporta la presión de la libra esterlina, que está fuera del SME desde septiembre y ha sufrido una fuerte depreciación en los últimos días (cerca del 5%) después de la reciente bajada de los tipos de interés en ese país, que se sitúan en el 6%, su nivel más bajo de 15 años. Ayer, la esterlina cotizaba levemente por encima de las 170 pesetas. Los fuertes intercambios comerciales con el Reino Unido -Irlanda exporta el 30% de sus productos a su país vecino- son la causa principal de la depreciación de la irlandesa, ya que la economía del país está saneada.
Las tensiones soportadas por la libra irlandesa no impidieron una fuerte colocación de deuda a medio y largo plazo por parte del Tesoro español, que era inhabitual desde el mes de junio pasado, tras el no danés al Tratado de Maastricht.
El volumen colocado por el Tesoro fue el dato más inhabitual, pues entre bonos y obligaciones adjudicó más de medio billón de pesetas, mientras que en todo el segundo semestre de 1992 sólo consiguió colocar unos 60.000 millones de pesetas, y ya a final de año.
Este fuerte volumen de adjudicaciones se produjo a pesar de que la dirección general que encabeza Manuel Conthe recortó en 0,78 puntos la rentabilidad de los bonos a tres años, en 0,698 la de los bonos a cinco años y en 0,566 puntos la de las obligaciones. El interés medio que pagan estos títulos es de 12,3%, 12,2% y 11,9%, respectivamente.
Tras la subasta se mantuvo una considerable presión compradora sobre la deuda española, pero a última hora comenzaron los temores por la posibilidad de que las tensiones monetarias en Irlanda se contagien y se reproduzcan los problemas del otoño.
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