Disminuyen los embarazos adolescentes, pero se dispara la proporción de madres solteras

Más de 19.000 mujeres menores de 20 años dieron a luz en 1990 -7.000 menos que en 1987-, pero ese descenso es simultáneo al aumento de las jóvenes que afrontan solas el cuidado de los hijos, según datos del CIS. Sólo en 1990, 6.000 adolescentes abordaron la doble tarea de criar y crecer al tiempo. Amamantar a otro con el propio cuerpo aún a medio hacer. Y también, lavar, vestir, dormir, cambiar pañales, calmar el dolor, disipar el miedo, templar el llanto, enseñar a andar y a hablar. Enfrentarse, al fin, a lo que muchas ignoran, ya que el 80% abandona el colegio antes del parto.

El estudio, primer retrato real de la maternidad temprana en Espafña, revela que es errónea la idea de que se han disparado los embarazos entre adolescentes. Al contrario, el minucioso análisis estadístico de todos los nacimientos habidos desde 1975, realizado por el Instituto de Demografía, así como una encuesta a 2.000 jóvenes realizada por ese instituto en colaboración con el CIS, muestra que en 1990 se registraron 7.000 nacimientos menos que en 1987. Si se compara una dé cada, 1980-1990, el descenso es superior al 50%: 40.799 nacimientos en la primera fecha y 19.284 en la segunda. Pero "la constatación de esa disminución en el número de madres adolescentes no debe conducir a la idea de que se trata de un problema menor", dice Margarita Delgado, subdirectora del CIS."En términos comparativos con otros países, estamos en unos niveles razonables. La fe cundidad de las adolescentes españolas es similar a la de francesas o inglesas, menor que la de las norteamericanas y algo superior que las registra das en Suecia y Holanda", afirma Delgado. "Cuantitativamente", continúa, "puede parecer poco importante, pero cualitativamente es importantísimo". El descenso de alumbramientos en menores de 20 años está directamente relacionado con el descenso general de la natalidad habida en España. Lo preocupante, a juicio de esta socióloga, es que ese des censo ha ido acompañado de un aumento en el número de jóvenes que tienen su hijo solas. En efecto, las madres solteras han pasado del 9% en 1975 al 29% en 1987 y al 35,8% en 1990. Es decir, ese último año una de cada tres mujeres menor de 20 años que tuvo un hijo no cuenta con la ayuda del padre para el cuidado del niño. En Madrid, comunidad con mayor porcenta jede madres no casadas (53%), esa situación se da en una de cada dos jóvenes. En Murcia y Asturias, con la más baja (25%), en una de cada cuatro. Hay que señalar, no obstante, que Madrid tiene un porcentaje de gestaciones tempranas (4%) inferior a la media nacional (6%).

Sin estudios

Si a ese dato se une la carencia de estudios y trabajo -el 80% de las madres declara como ocupación principal "sus labores" y sólo el 9% dice ser estudiante- es fácil imaginar "las enormes dificultades a las que se enfrentan estas mujeres", afirma Margarita Delgado.

"Pero las que se casan", matiza, "no tienen un futuro mejor, ya que se trata de matrimonios muy vulnerables: el 70% de las adolescentes casadas que fueron madres en 1987 concibieron el niño antes de la boda. En Madrid, ese porcentaje se eleva al 90% para las menores de 18 años". Además, en el caso de las casadas, la formación y situación laboral de los padres adolescentes muestra casi un perfil más crítico que el de las jóvenes. Los chicos abandonan los estudios antes que ellas y en una proporción mayor, siendo la profesión predominante la de "peones agrarios", "conductores de equipos" y "trabajadores de la construcción".

Para conocer la cifra real de embarazos tempranos, el estudio incluye en 1987 -dos años después de entrar en vigor la despenalización del aborto-las gestaciones interrumpidas legalmente. En conjunto, éstas representan, para el total de las edades, el 4% de los nacimientos, pero si se comparan los abortos con los nacimientos sólo en las más jóvenes, se dobla ese porcentaje (8,19%). Además, al igual que ocurre con la nupcialidad, Madrid destaca entre otras comunidades autónomas. En esta última, un 32% de las embarazadas interrumpió la gestación, es decir, por cada dos mujeres menores de 20 años que tuvo su hijo hubo otra que abortó.

Si la comparación entre edades se realiza atendiendo exclusivamente al número de interrupciones legales del embarazo, las adolescentes representaron en 1987 el 12% de los abortos. En 1990, según datos de Sanidad, ese colectivo se mantenía prácticamente estable (13%), con 4.979 abortos. Sanidad recoge que 52 de las adolescentes que abortaron legalmente en España ese año tenían menos de 15 años.