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CATÁSTROFE EN LA CALLE DEL CINE

Seis muertos por una obra ilegal en el cine Bilbao

La calle de los cines de Madrid, la de Fuencarral, protagonizó anoche una mala película. La gran marquesina de la sala Bilbao se desplomó sobre la cola de espectadores que, a las siete, esperaban entrar para ver Sister Act (Una monja de cuidado). Los cascotes mataron a seis personas -un hombre y su hijo de 10 años entre ellas- y causaron heridas muy graves a cuatro, y menos graves a siete. Tres obreros cambiaban a esa hora un inmenso cartel sobre la marquesina, en una obra sin licencia municipal. Los operarios, el andamiaje, dos cartelones y la marquesina se precipitaron fatalmente sobre la gente.

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Tres obreros cambiaban a las siete el cartel de la película, subidos a un andamio instalado sobre la marquesina de la sala, sita en el número 118 de la calle de Fuencarral. El voladizo cedió bajo el peso de la estructura metálica y el de los dos carteles anunciadores con los que trabajaban los empleados, inmigrantes norteafricanos. La marquesina, de 1.200 kilos de peso, atrapó a varios viandantes y a una decena de espectadores de la película autorizada para menores Sister act (Una monja de cuidado). Era el día del espectador, cuando las entradas cuestan la mitad de precio.Un matrimonio y sus dos hijos guardaban cola para entrar, y el accidente segó la vida del padre, Alfredo Morera Espinosa, de 46 años, de su hijo Alfredo Morera Sanz, de 10, y atrapó a la madre, Montserrat Sanz Arlegui, de 39. Hubo otros cuatro muertos: Petra Díaz Arribas, de 52 años; Irene Toledo García, de 19; Gervasio Berciano Correa, de 52 años -que falleció en la clínica de la Concepción- y una persona más, no identificada y que al parecer era una mujer de 60 años que habitualmente vendía chucherías a la puerta del cine y cuya identidad no había sido aclarada anoche.

Uno de los espectadores resultó decapitado en el acto, según testigos presenciales. Otro sufrió amputación traumática de ambas piernas.

El servicio de ambulancias municipales (SAMUR) trasladó allí nueve ambulancias, 31 se llevó a cinco de los heridos: dos al hospital Clínico, uno a la Fundación Jiménez Díaz y dos al Gregorio Marañón. Los heridos de mayor consideración ingresaron en el hospital Clínico. Cuatro de ellos estaban ayer muy graves. Una mujer, Marta Lotero Pascual, pasó anoche al quirófano. Los médicos intentaban paliar sus graves heridas: amputación de pierna izquierda y heridas muy serias en el muslo derecho y en la pelvis, según informaron fuentes de la dirección. Carmen Bonilla Egur, de 19 años, y Raquel Arce Dubois presentaban facturas de pelvis y de fémur. Rosalía Pérez Escario -también, como las otras dos mujeres, ingresada en la UCI- sufría roturas en una pierna y lesiones en el pecho. La hermana de Rosalía, Carmen, había sido dada de alta anoche junto con un magrebí, Alí el Moussadi. Dos heridos más, también norteafricanos (probablemente los obreros subidos en el andamio), estaban ingresados con contusiones en todo el cuerpo: Balmi Saíd y Abderramán Lahrain.

Montserrat Sariz, de 39 años, era atendida de una fractura de fémur en el hospital Gregorio Marañón. Estrella Sánchez Lima, de 19 años, había sufrido una herida en la frente de carácter leve y fue dada de alta.

En la clínica ICE fue atendida Amparo Asunción Hidalgo, de 61 años, operada de fractura abierta de tobillo.

Vecinos de la zona de la calle de Fuencarral señalaron que hace un mes ya se produjo otro accidente -sin heridos- en el mismo lugar, al caer un andamio de obreros que efectuaban allí algunos trabajos. El concejal de Urbanismo, Juan Ignacio Echevarría (quien, junto con el alcalde, se desplazó anoche a la calle de Fuencarral), afirmó que la empresa propietaria debió comunicar al Ayuntamiento que iba a cambiar un cartel así: "Y eso no se ha hecho". "Y si es verdad que el andamio se sostenía sobre la marquesina [dato que ratificaron todos los testigos], eso no es legal", añadió.

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