Despilfarro
Algún político reprocha que se despilfarre el agua de los ríos, permitiendo su desembocadura en el mar: Pero de esto nadie tiene la culpa; ni siquiera Franco. Los ríos ya iban a parar al mar ("que es el morir", precisaban las Coplas de Jorge Manrique) antes de que Franco hiciera la mil¡. Se trata de un recurso de la madre Naturaleza para concertar el equilibrio del planeta que llamamos Tierra y debería llamarse Mar.El hombre, en su prepotencia, se cree que la Tierra es de su propiedad exclusiva -sólo porque la pisa y, si le da la gana, la devasta- mientras olvida que todo en ella depende de la acción del mar. Una parte de los 1.374.618.144,57 kilómetros cúbicos del mar se evapora, y forma nubes que generan lluvia, la cual riega los campos, calma la sed de sus habitantes y forma ríos que devuelven al mar el préstamo del vivificador elemento.
Mas el agua no regresa sola: lleva sustancias orgánicas que serán pasto de las criaturas marinas, y, además, corrige la temperatura y salinidad del mar batiente, provocando reacciones enriquecedoras de la plataforma continental. Las 60.000. 000.000.000.000.000.000.000.000. 000.000.000.000.000.000 moléculas de agua que circulan por el mar (61.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 en verano, cuando está atestado de bañistas y les entra incontinencia mingitoria al sentir frescor por la verijita bajera) tienen su función específica, y sería catastrófico si las que se evaporan no fueran repuestas.
Los verdaderos despilfarradores son quienes pretenden enmendar la plana a la Naturaleza, empobreciendo las costas y convirtiendo en pantanos preciosos valles; entre otros, la feraz vega de Pas y la selvosa maravilla de Irati. Anunciaron al llegar al poder que, tras su paso, no habría quien reconociera España. Y a fe que, de ésta, lo consiguen.
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