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Los usuarios de las líneas 903 pueden exigir su desconexión automática y gratuita

Rosa Rivas

Las líneas telefónicas con el prefijo 903, que causaron una de las mayores polémicas del año pasado, han sido finalmente reguladas. Elena Salgado, secretaria general de Comunicaciones, presentó ayer las medidas de control, que entrarán en vigor el 1 de febrero. Las principales: los ususarios podrán exigir la desconexión gratuita e inmediata de estas líneas; una comisión calificará determinadas líneas como de efectos indeseados y las someterá a un código de, conducta; Telefónica no podrá cortar el servicio básico por impago de las facturas del 903.

La regulación supone borrón y cuenta nueva. Todos los empresarios de servicios telefónicos de audiotex (prefijos 903) -tanto los que están funcionando como los que fueron suspendidos en los dos últimos meses: líneas eróticas, de tertulia y con contenidos infantiles- deberán solicitar una autorización a la Dirección General de Telecomunicaciones para poder operar, detallando bien los servicios que quieren prestar. A partir de ahí, una comisión decidirá en qué grupo entra cada servicio: en el de los números con efectos indeseados o en el general. Ambos grupos se distinguirán porque se introduce un nuevo número: ya no será 903; sino 903 y una cifra más.Los de efectos indeseados estarán sometidos a un código de conducta de obligado cumplimiento que elaborará próximamente la comisión. En él cabrán desde la duración máxima de las llamadas y el control de la publicidad hasta los periodos de funcionamiento. Es aquí donde puede servir de pauta el código de autorregulación que presentaron en noviembre los 80 empresarios, de estas líneas. La comisión está integrada por cuatro miembros de la Administración -representantes de los ministerios de Educación, Interior, Sanidad y Asuntos Sociales- dos representantes del Consejo de Consumidores y Usuarios y uno de los empresarios de estas líneas. La comisión podrá también prohibir ciertos servicios, si no se ajustan al ordenamiento jurídico. Así, las líneas racistas nunca podrán funcionar, dijo Salgado.

Cinco millones de abonados

Los usuarios de Telefónica podrán pedir la desconexión inmediata y gratuita de todos los 903, o bien de sólo ese primer grupo con efectos que pueden ser dañinos, y en los que con casi entera seguridad entrarán los actualmente suspendidos. La desconexión se complica porque actualmente sólo se puede llevar a cabo en unos 5 millones de abonados, un 38% de la red -la que cuenta con centrales digitalizadas-, según explicó Javier Nadal, delegado del Gobierno en Telefónica. ¿Qué pasa en el resto? Pues sencillamente que, como Telefónica no puede asegurar a esos usuarios la desconexión, tampoco les brindará la oportunidad de acceder a los servicios 903, lo quieran o no. Nadal avanzó ayer que Telefónica se ha comprometido a extender en este año la digitalización al 75% de la red.Todo esto entra en vigor a partir del 1 de febrero. En febrero todos los 903 serán suspendidos en las redes no digitalizadas. A partir de la comunicación de Telefónica, los 903 no podrán empezar a operar hasta que no hayan pasado 30 días -sólo en las redes digitalizadas-; se da así un plazo para que los usuarios comuniquen si quieren o no desconectarse. A mediados de marzo, las líneas que ahora están suspendidas volverán a funcionar, con todos estos controles, y para ese 38% de la red.

La Secretaría General ordena además a Telefónica que no desconecte el servicio telefónico básico por impago de facturas del 903; sólo podrá desconectar. de estos servicios. Y se crea un Fondo de Garantías, con el 2% de todas las ganancias de estas líneas, para hacer frente a las reclamaciones de los usuarios, futuras y pasadas. Estas dos medidas responden a la campaña de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que denunciaba a Telefónica por amenazar con cortar todos los servicios a 70 familias.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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