_
_
_
_
_

La Cartagena industrial se solidarizó con la manifestación contra el cierre de FESA-Enfersa

Javier Moreno

Once mujeres con crespones negros -en su mayoría, esposas de los trabajadores de la empresa de fertilizantes FESA-Enfersa, del grupo Ercros, en Cartagena, en huelga de hambre contra el cierre de sus factorías encabezaron ayer una manifestación en la que participaron unas 5.000 personas, según las organizaciones convocantes, y unas 3.000, según la. policía. La concentración contó con la presencia de numerosos trabajadores de empresas que han sufrido el mismo destino de FESA, como Peñarroya, y de otras, como la empresa nacional Bazán, que temen un futuro similar.

Un enorme tractor encabezaba la marcha, que tuvo dos puntos de origen simultáneos. Las mujeres de los 59 obreros en huelga de hambre, trabajadores de FESA-Enfersa y en general de la industria de Cartagena, formaban la primera columna de la manifestación. La segunda se originó frente a la factoría de la empresa nacional Bazán, cuyos trabajadores, que temen por sus puestos de trabajo en un futuro próximo, expresaron asi su solidaridad con sus compañeros del sector de fertilizantes. El cénit de la manifestación se produjo frente al edificio de la Asamblea Regional de Murcia, sobre las seis de la tarde, cuando ambas columnas se encontraron.Los aplausos y los refranes coreados, "así, ni un paso atrás, con fertilizantes solidaridad", se sucedieron entonces durante unos minutos, mientras algunas de las mujeres que abrían la manifestación rompían en sollozos. Tras unos instantes, la concentración se dirigió hacia la parroquia de Santa Florentina, en la que se encuentran encerrados los obreros de FESA-Enfersa- en huelga de hambre para mostrar su solidaridad. Allí, en medio de abrazos y prolongados aplausos, concluía la jornada de protesta, en la que las consignas más repetidas ("trabajo sí, expediente no", "si esto no se arregla, guerra" y "esta batalla la vamos a ganar") se alternaron con repetidos insultos al alcalde de Cartagena y a la delegada del Gobierno en Murcia.

La manifestación transcurrió sin incidentes, a pesar de la fuerte presencia policial en Cartagena, patente desde el fin de semana. Numerosos efectivos de la Policía Nacional se hospedaron en diversos establecimientos hoteleros de la ciudad, contribuyendo así a resaltar su presencia.

La solución al conflicto parece, sin embargo, igual de lejana hoy que el primer día de la huelga de hambre, hace seis días. Mientras la empresa ratifica su intención de no retirar el expediente de extinción de empleo, los trabajadores se niegan a aceptarlo. El Gobierno regional de Murcia se esfuerza en mediar en el conflicto. El director del Instituto de Fomento, Alberto Requena, se entrevistará hoy con altos responsables del grupo Ercros en Madrid, según la oficina del portavoz del Ejecutivo regional. La base de esta mediación sería la propuesta a Ercros para la continuidad de la planta de FESA, previo traslado a Escombreras, en las cercanías de la ciudad.

Mientras tanto, el estado de salud de los trabajadores en huelga de hambre se agrava a ojos vista. Ayer fue necesario hospitalizar a tres de ellos. José Aparicio García, de 39 años de edad, aquejado de deshidratación, y Anastasio Adame, de 52 años, por problemas de hipertensión, ingresaron en el hospital Rosell, de Cartagena, a primeras horas de la madrugada. Alrededor del mediodía lo hacía José Martínez, de 42 años, aquejado de una infección de riñón. Los obreros en huelga de hambre alcanzaron ayer, tras seis días sin ingerir alimentos, un estado crítico, según el doctor Carlos Bonet.

[Los 300 trabajadores de Enfersa en Avilés iniciaron ayer un encierro en las instalaciones de la fábrica, como preámbulo de la huelga convocada para hoy en todos los centros de trabajo de la división de fertilizantes del grupo Ercros.]

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_