El Salón Gaudí Hombre concluye con optimismo por parte de los industriales

El Salón Gaudí Hombre dio por acabada, en la tarde de ayer la presente edición, que ha alternado unas dinámicas variadas, como los efectos de la crisis, la expectativa ante el número de visitantes -que ha experimentado un descenso con respecto a la anterior. convocatoria- y el futuro inmediato del sector industrial de la confección española. Pero la revelación de un cambio de actitudes, de un deseo generalizado por parte de¡ industrial de situarse en la vía del optimismo, imprime la nota más relevante de un salón que parece dispuesto a hallar las soluciones para ofrecer un buen diseño' de producto a precio competitivo.

El balance final de actitudes positivas en esta nueva edición que ayer concluyó del Salón Gaudí Hombre, que adelantó las tendencias de moda para el próximo invierno, podría resumirlo una reflexión hecha por Josep Alsina, presidente desde hace siete años de la pasarela. "Este salón ha dado gusto", afirma Alsina. "El expositor está en general muy contento porque el comerciante, abierto a la compra, ha valorado mucho el esfuerzo por sacar unas colecciones más bonitas que otros años`.El sistema de la moda hoy, arrastra nuevas tendencias, y no precisamente de orden estético. El paquete organizado de la economía de un país, la gestión-política de su Gobierno, la competitividad de un determinado producto en el mercado internacional, los recursos de creatividad y las estrategias de mercadotecnia configuran la nueva gramática que hay que aprender a dominar para ordenar las complejas lecturas que se derivan de la moda. Pero sobre todo para hacer que la moda sea productiva y optimice las fuerzas industriales de las que en un determinado momento dispone un país.

Las tesis de apertura de Gaudí Hombre, ante un expositor internacional cada vez más interesado en acudir a este salón, quieren mantener un equilibrio para que él producto importado no invada de forma irreversible el mercado nacional. Sin embargo, la realidad competitiva actual viene dada por la capacidad de una respuesta rápida de las estructuras productivas. a las rígidas leyes del mercado.

En este salón barcelonés, uno de los grupos expositores extranjeros está representado desde hace cuatro años por diversas firmas italianas, asociadas para una estrategia de promoción exterior llamada Uomomoda, que en la noche del miércoles celebró en el Palau de la Música Catalana la entrega de premios a los comerciantes españoles que mejor venden la moda italiana.

'Made in Italy'

El producto made in Italy que hoy llega al mundo suele ser el resultado de grandes fusiones y uniones sinérgicas entre distintas empresas. La crisis mundial actual, ajuicio de Raffaello Napoleone, director operativo del Ente Moda Italia y director general de Pitti Iminagine, "no debe ser entendida como una crisis, sino como una oportunidad". "En términos de producción", afirma Napoleone, "el mundo es hoy un Pueblo único"Distintos debates desarrollados en el transcurso de este Salón Gaudí, como el Fórum Comercio- Industria y el coloquio Maastricht vérsus Nafta, han ido sembrando en el ambiente la convicción de que el proyecto de una moda competitiva en España ha de considerar mundos amplios donde lo creativo, lo político, lo industrial y lo económico logren engarzarse en un mismo proyecto con un objetivo común bien definido desde el comienzo.

"Si existe creatividad, si hy una industria y un producto, como está demostrado en España", afirma el director del área ibérica del Instituto Italiano para el Comercio Exterior Gioacehino Busardo, "la fórmula para ganar el mercado es unir los esfuerzos". "Siempre he dicho", añade Fabió Inghirami, presidente del Ente Moda Italia, "que si hay dos pueblos en la tierra que verdaderamente se puedan entender, son el italiano y español".

Síntesis equilibrada

En la pasarela de este Gaudí Hombre se vieron claramente esas propuestas que hacen una equilibrada síntesis entre las ideas y la Intención de vender. El signo de l~ moda hoy es éste. "Si nos recreáramos en nuestras lágrimas, estaríamos perdidos", concluye Josep Alsina.