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Entrevista:

"Apuesto a que Clinton gravará este año la gasolina"

Francisco G. Basterra

Lester Thurow, de 54 años, es un hombre de ideas, un "educador en el mundo de la economía", como se define a sí mismo. Decano de la Escuela de Negocios Sloan, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el prestigioso laboratorio de cerebros de Boston, enseñó también economía en Harvard y fue asesor del presidente Lyndon Johnson. Es uno de los gurus ascendentes en el mundo económico estadounidense. Prolífico autor, se hizo famoso por su obra The Zero-sum society. Es vicepresidente de la Asociación de Economía de América.

Lo mismo habla con Borís Yeltsin sobre la transformación de Rusia hacia el capitalismo como con la gente de Bill Clinton. Como el nuevo presidente norteamericano, fue también becario Rhodes en Oxford. Thurow, que afirma que Clinton impondrá antes de fin de año un impuesto sobre la gasolina y que "se ha echado encima un trabajo demasiado grande para un solo hombre", llegó ayer a Madrid para presentar su libro La guerra del siglo XXI (Head to head, en la versión inglesa). Su tesis es que en el siglo XXI la batalla será entre tres grandes bloques: Japón, Europa y Estados Unidos. Y concluye que así como el XIX fue el siglo del Reino Unidó y el XX el de EE UU, el próximo será el siglo de Europa.

Pregunta. ¿No sobreestima usted a Europa? Es curioso que los norteamericanos suelen ser más optimistas sobre este continente que nosotros. ¿Cuál es la razón?.

Respuesta. Pasarán 15 o 20 años para sumar el resto de Europa del Este, incluyo a Rusia, al Mercado Común. En las próximas dos o tres décadas, Europa será el mercado más grande para casi todo: automóviles, electrónica de consumo. Tendemos a olvidar que Europa tiene casi tanta gente como China. La segunda gran ventaja es que Europa tiene talentos complementarios. Hay dos sociedades en el mundo famosas por sus científicos: EE UU y la ex Unión Soviética, una está en Europa. Hay dos países que son dos famosos exportadores: Alemania y Japón. Uno está en Europa. Los italianos son líderes en diseño industrial; los franceses tienen una buena tecnología, los británicos, un gran mercado de capitales. La combinación de estos talentos no existe en EE UU o en Japón. Europa está más allá del punto de no retorno. Soy optimista.

P. ¿Cómo los países del Este y Rusia pasan al capitalismo y se integran en Europa de la manera menos dolorosa posible?

R. El primer país del Este en entrar en la CE será la República Checa. Tienen una tradición industrial; su Gobierno no ha pedido prestado, y no tienen las grandes deudas de Hungría, Polonia o Yugoslavia. El problema es que no hay Gobierno en Europa del Este. Pasé algún tiempo en un consejo asesor para Ucrania y me entrevisté con Yeltsin. Y Rusia no tiene un Gobierno; Yeltsin está sentado en Moscú, y dice cosas y aprueba leyes, pero no pasa nada. Porque es como estar en un panel de control desconectado del motor principal. Una de las ironías de la vida es que el capitalismo necesita Gobiernos.

A la antigua Alemania del Este le costará cinco años llegar al nivel de la CE; a Rusia, entre 10 y 15 años estar en la Comunidad Europea; 10 años para los checos. ¿Cuánto le costó a Europa después de la última guerra mundial recuperar sus niveles de preguerra?: 10 años al menos. ¿Por qué va a ser más rápido en la Europa del Este? Será más lento. Entre otras cosas porque todo el mundo conoce la palabra mercado, pero nadie sabe lo que significa.

P. ¿Cuál es el gran problema de Europa?

R. La principal debilidad europea es actualmente la guerra de Bosnia. Suponga que Canadá se parte en varias partes, no es imposible como hipótesis. Los franco y anglocanadienses comienzan a dispararse al otro lado de la frontera con EE UU. Estados Unidos tardaría milésimas de segundo en detenerlo.

P. ¿Qué efecto tendrá sobre esa superpotencia o tercer bloque europeo la emigración del este del continente y del norte de África? ¿Puede detenerse?

R. Con la tecnología moderna es imposible impedir que la gente se mueva. No pasará mucho tiempo antes de que Europa haga con el Magreb un acuerdo como el de libre comercio de EE UU con México.

P. En España estamos esperando a que la locomotora de la economía norteamericana nos saque del agujero. ¿Será posible?

R. No nos podemos permitir tirar del resto del mundo porque si lo hacemos retrasaremos la recuperación norteamericana. No se ve una recuperación rápida en Europa, y Clinton va a tener que imaginar cómo desenganchar la locomotora estadounidense del resto del mundo o el tren será muy pesado para tirar de él.

P. ¿Puede ser Alemania entonces la locomotora que tire de la economía europea?

R. De momento, el Bundesbank es el banco central para Europa. Y si su única función es detener la inflación en Alemania, la economía europea no puede ir adelante. Tienen que darse cuenta de que son el banco central para Europa, no sólo para Alemania. Alemania del este ha tocado fondo y se está recuperando. Se puede ser muy optimista a medio plazo.

El final de la guerra fría supone que la estrategia original para el Mercado Común: primero la economía y luego la política tendrá que ir tan rápida como la economía lo que requerirá un ejercicio de liderazgo político en Yugoslavia. Hace tiempo se decía: hoy integramos la economía y en 20 o 30 años tendremos una política exterior común. Esta política única. debe venir mucho antes. Bosnia lo demuestra.

P. ¿Qué hará Clinton con la economía. Tendrá que provocar un estímulo keynesiano o sólo podrá batallar con el déficit?

R. Quizás tenga suerte; hereda una economía creciendo entre un 3% y un 4%. Necesita al menos un 4% anual para mostrar una mejora al ciudadano de a pie. Cuando conozca la tasa de crecimiento del cuarto trimestre de 1992 sabrá el tamaño del paquete de estímulo que debe introducir y a qué ritmo. Será en infraestructuras.

P. ¿Piensa que Clinton ha calculado mal la profundidad de la crisis? Ahora dicen que las cifras eran peores. Los números no cuadran, y se ha vuelto atrás de promesas como la de reducir los impuestos a la clase media.

R. La reducción de impuestos a las familias con 80.000 dólares de renta fue una promesa absurda y probablemente no pueda cumplirla. Ross Perot legitimó la idea de un impuesto sobre la gasolina para aumentar los ingresos. Apostaría modestamente que antes de que acabe este año se impondrá una tasa sobre la gasolina de unos 10 centavos por galón (cuatro litros), de 20 en 1994, de 30 en 1995, y así sucesivamente durante unos años. Ahora nuestra gasolina no está gravada fiscalmente e importamos la mitad del petróleo mundial. Si graváramos la gasolina como en España, no habría déficit. Cada centavo supondría un billón de dólares de ingresos adicionales. Técnicamente, curar el déficit no es tan difícil.

El problema para Clinton es que una cosa es ser un candidato y otra bien distinta gobernar desde la Casa Blanca. Va a tener que volverse atrás de muchas de las cosas que ha prometido. Tiene un gran equipo de gobierno, pero la principal objeción es que su principal economista va a ser el señor Clinton, y lo mismo ocurre con el principal asesor de política exterior, educación o asuntos sociales. Se está construyendo un cargo demasiado grande para él solo, independientemente de lo inteligente que sea o lo duro que piense trabajar. Tendría que ser un superman, y nadie lo es. Y con la excepción de Robert Reich, en el Gabinete no hay gente con gran visión.

P. ¿Qué aporta la economía española, que ya no posee una sólida base industrial, a la gran Europa? ¿Ser sólo una prestadora de servicios y además caros?

R. A largo plazo, ustedes son el cinturón del sol europeo. En mi país, los Estados del sun belt se han desarrollado mucho. Italia, Grecia, Portugal y España se beneficiarán también de este fenómeno. Pueden tener un soporte de servicios, pero necesitan alguna base industrial. En algún momento, España tendrá que dotarse con algunas industrias líderes.Durante un tiempo puedes competir siendo una economía de bajos costes laborales, Grecia y Portugal ahora mismo. España, ya no. ¿Cuál será la ventaja competitiva para España? En el mundo que se avecina será el poder del cerebro. Hay que tener la estrategia tecnológica para jugar el juego. Corea, con una población parecida a la suya, es un buen ejemplo. Su estrategia es desarrollar tres o cuatro empresas competitivas mundialmente con su investigación y desarrollo. ¿Cuáles son estas empresas en España? Ustedes no las tienen. No veo, la estrategia industrial competitiva cara al siglo XXI.

P. Déme su pronóstico económico a corto plazo para EE UU, Japón y Europa.

R. No estamos recuperándonos de una recesión capitalista clásica, sino limpiando el desorden provocado por una burbuja especulativa. Creo que cuando se escriba la historia se verán los años ochenta como los felices veinte.

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