La inflación de 1992 queda en el 5,4%, solo una décima menos que el año anterior

El viejo IPC se despide de 1992 con un 5,4% de inflación, una décima inferior a la del año anterior. La moderación del pasado afio se apoyaen gran medida en la alimentación, cuyos precios sólo subieron un 1,3%. El nuevo IPC, que se pondrá en marcha desde este mes de enero no tendrá tanto respaldo de los alimentos, pues su ponderación cae sustancialmente como reflejo al cambio de hábitos de consumo de lo españoles. Las empresas serán las primeras beneficiarlas del 5,4% de IPC de 1992, toda vez que es una tasa que pone en marcha muy pocas cláusulas de revisión salarial.

Los precios subieron en diciembre un 0,3%, lo que sitúa la tasa anual en el 5,4% y la inflación subyacente (sin energía ni alimentos sin elaborar) en el 6,9%. Este índice de precios se desglosa en una inflación del 7,4% para los productos no alimenticios y de sólo el 1,3% para los alimenticios. El estancamiento de estos últimos se acentúa en las frutas y hortalizas, que han bajado considerablemente de precio tanto en diciembre como en el conjunto del año. El caso más acusado es el de las frutas frescas, que muestran un descenso de precio del 16,6% en 1992Esto significa que los ciudadanos que dedican un parte importante de su consumo a bienes y servicios no alimenticios como el tabaco, los servicios del hogar, las medicinas, el transporte urbano o los colegios habrán notado poco la moderación de la inflación, pues estos capítulos han experimentado subidas de precio superiores al 10%. Entre estos últimos, el tabaco logra un récord del 20% de aumento de precio, debido fundamentalmente a la subida de los impuestos especiales dentro del proceso de armonización fiscal con la Comunidad Europea.

Tanto quienes mantienen hábitos de consumo vegetarianos como los fumadores empedernidos verán que ese 5,4% es una guía para la negociación salarial de este año y para las revisiones que procedan de 1992. Según el sindicato UGT, el 34% de los trabajadores sujetos a convenio tienen cláusulas de revisión salarial que se ponen en marcha con el 5,4% de inflación. Es decir, unos 1,8 millones de asalariados -de los 5,3 millones que gozan de convenio y los 9,1 millones empleados de esta categoría verán revisados sus salarlos de 1992 porque estaban firmados bajo la hipótesis de una inflación inferior a ese 5,4%. Las centrales sindicales reiteraron además ayer que la tasa de 1992 queda aún muy lejos del 2,3% de mejora salarial que propone la CEOE, por lo que insisten en rechazarla.

El presidente de la patronal, José María Cuevas, no perdió laocasión para reiterar su oferta del 2,3% porque, a su Picio, el 5,4% de IPC anual muestra que "el proceso inflacionario de la economía no está controlado". En opinión de Cuevas, "si se reduce drásticamente la actividad y no disminuyen los costes, lo que sucede no es que se haya controlado la inflación sino que a las empresas se les ha metido en un proceso de destrucción, debilitamiento y endeudamiento permanente".

Esté o no controlada la inflación, el hecho cierto es que el 5,4% de 1992 incluye el impacto inflacionista de las subida del IVA desde el 12% al 15% y a un considerable aumento de los impuestos especiales, así como el de dos devaluaciones, en sólo dos meses, de la peseta. El reflejo de todo ello en los precios ha sido inferior a lo que esperaba el Gobierno por el reducido crecimiento económico registrado el pasado año. El servicio de estudios del BBV atribuye esta limitada repercusión de las subidas de impuestos y de la pérdida de valor de la peseta en la inflación a "la situación de crisis y de debilidad de la demanda" de la economía.

Previsiones para 1993

La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, aseguró ayer que el moderado incremento de precios de 1992 hará más fácil cumplir el objetivo que marcan los presupuestos para 1993, y que. se sitúa en el 4,5%. Tal moderación, sin embargo, ha sido inferior a la de los países menos inflacionistas de la Comunidad Europea, toda vez que la crisis económica se. ha traducido en un proceso cercano a la deflación -es decir, al descenso- de los precios- en muchos productos, entre los que destacan los bienes inmobiliarios.

En España, de momento, el índice del grupo vivienda ha ,ontinuado subiendo, aunque al mismo ritmo que el IPC general, cuando en años anteriores incluso lo duplicaba. El caDítulo más inflacionista es el de transporte, con un 9,6% de sub¡da. Le sigue el que el INE Instituto Nacional de Estadística) recoge como "otros", con un aumento del 9,3%, y que corresponde a servicios de esparc¡miento -como bares y restaurantes-, que tendrán una ponderación bastante superior en el nuevo IPC. Mientras, disminuirá el peso de la alimentación o la vivienda, en este último caso porque no se contará a compra del piso como un consumo sino como la principal inversión que pueden realizar la mayor parte de los hogares.

Los vecinos de Madrid y Extremadura son los que han soportado mayores subidas en los precios al consumo durante el último año, pues el IPC ha aumenado en estas autonomías un 8%. Cataluña y Andalucía, a pesar del impacto inflacionista le los fastos del 92, cierran el año son una inflación igual o inferior la media. En Cataluña. el IPC pueda en el 5,4% y en Andalucía n el 5,2%.