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Bérégovoy proyecta cubrir el 'agujero' de las pensiones privatizando empresas

Los socialistas franceses acusaron ayer a Pierre Bérégovoy, su correligionario y primer ministro, de querer poner en cuestión el derecho a la jubilación a los 60 años, "una de las grandes conquistas sociales" de la larga hegemonía del partido del puño y la rosa. Bérégovoy rechazó tales acusaciones y aseguró que su plan de reforma del régimen de pensiones de jubilación no amenaza ese derecho. El primer ministro planea también crear un fondo para financiar las pensiones a partir de¡ capital de las empresas nacionalizadas, mediante la privatización progresiva de la BNP, el, Credit Lyonnais y compañías de seguros como la UAP y la AGF y obtener unos 100.000 millones de francos (2 billones de pesetas).

A fin de intentar paliar el angustioso problema de la futura financiación de las pensiones de jubilación, el primer ministro francés, Pierre Bérégovoy, propone alargar la duración del período de cotización de los 37 años actuales a 40 años.Este incremento del tiempo necesario para cobrar la pensión completa hace materialmente imposible la posibilidad de que un trabajador pueda retirarse al cumplir los 60 años de edad.

Pierre Bérégovoy defiende también la necesidad de crear un fondo de garantía para la financiación de las pensiones a partir del capital de las empresas nacionalizadas. A tal efecto, propone privatizar progresivamente bancos como el BNP y el Credit Lyonnais y compañías de seguros como la UAP y la AGF.

Las arcas públicas obtendrían así unos 100.000 millones de francos (unos 2 billones de pesetas) destinados a cubrir el enorme agujero del régimen de pensiones de la Seguridad Social entre los años 2005 y 2020, un período que será de graves dificultades demográficas para Francia a causa del envejecimiento de la población.

Este proyecto de un primer ministro, al que apenas le quedan dos meses de mandato, ha provocado la sorpresa de la oposición de derecha, que tendría que acarrear con sus consecuencias si, como es previsible, gana las elecciones legislativas del próximo mes de marzo.

Víspera electoral

La reacción ha sido aún más furibunda en el seno del propio Partido Socialista (PS), que, en vísperas de las elecciones legislativas, intenta reafirmar sus valores de izquierda, único modo de reducir la aplastante derrota electoral que le auguran todas las encuestas. El derecho a la jubilación a los 60 años es precisamente "una de las grandes conquistas sociales" de la larga hegemonía política del partido del puño y la rosa.'Francois Mitterrand intenta justificar su futura segunda cohabitación con la derecha diciendo que él es el garante de las conquistas sociales, y, sin embargo, el actual Gobierno pretende enviar a la basura esas conquista en las semanas que le quedan de vida", protesta el ex ministro socialista Llonel Jospin.

"Si comenzamos a poner en cuestión la jubilación a los 60 años y si, además, decimos que las pensiones van a ser financiadas con las privatizaciones, demostramos nosotros mismos que es imposible una política de izquierda", se escandaliza Henri Emmanuelli, presidente socialista de la Asamblea Nacional. El "argumento social" está ocupando el primer plano de la precampaña electoral francesa. La derecha se presenta como la campeona de la reforma y la justicia social, y acusa a los socialistas de "conservadores".

Gaullistas y centristas subrayan que los éxitos socialistas en materia de lucha contra la inflación -tan sólo un 2% en el año 1992- no pueden hacer contrapeso a la angustia de los franceses por la existencia de 3 millones de parados, el 10% de la población laboral, y por el incremento de las desigualdades en la última década.

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