Oposición eterna

Permítame que a través de las páginas de su diario pueda dar a conocer el motivo de mis desdichas desde el pasado 15 de septiembre. Aquel día fue muy alegre: el Boletín Oficial del Estado me reconocía como uno de los 954 opositores del turno libre que habían superado las pruebas selectivas para ingreso en el Cuerpo de Oficiales de la Administración de Justicia. El esfuerzo, el estudio, el tiempo dedicado, habían merecido la pena. Actualizar los conocimientos adquiridos adaptándolos a las últimas reformas procesales me pareció el modo más responsable de aguardar que los trámites administrativos siguieran el curso pausado que el refranero les reconoce.Ha finalizado el año, y el sentido común me dice que mis previsiones fueron muy optimistas. Seguimos aguardando el final de una oposición convocada en agosto de 1991. ¿Quién sabe cuántas veces tendré que actualizar conocimientos de nuevo antes de incorporarme a la plaza de destino? Debería saberlo la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia, ya que es responsabilidad de sus titulares poner fin a la injustificada, repito, injustificada paralización del proceso de oferta de vacantes y nombramiento de los futuros funcionarios, que vemos perplejos cómo, mientras tanto, se abren bolsas de trabajo interino para cubrir las plazas a las que tenemos derecho por oposición. Si no estuviese desempleado, igual hasta me hacía gracia el esperpento.-