La ONU, desacreditada

El asesinato por un miliciano serbio, el viernes 8 de enero, de un dirigente bosnio que se encontraba bajo la protección de las Naciones Unidas ilustra la impotencia de la comunidad internacional en un conflicto que ha dejado que se desarrollara mes tras mes.Los cascos azules franceses que escoltaban al viceprimer ministro Hajika Turajlic no pudieron impedir esa muerte, en la que el autor sólo tuvo que empujar a un oficial superior, abrir la puerta del coche blindado y vaciar su cargador. En pocos segundos, la autoridad -ya muy débil- de las Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina se ha arruinado, en un momento en que el Consejo de Seguridad ha llegado a un punto muerto en los debates sobre la conveniencia de hacer respetar. o no sus propias decisiones.

No es la primera vez que las partes beligerantes de un conflicto muestran desprecio hacia los cascos azules, que van casi desarmados. Muchos de ellos han sido asesinados y en multitud de ocasiones han recibido impactos de balas en sus vehículos blancos con las enormes letras UN (de Naciones Unidas) pintadas en negro. Pero después de la ejecución del viernes, en la carretera que va del aeropuerto de Sarajevo a la capital bosnia, nadie podrá enmascarar la gravedad de este acto detrás de las palabras "fuego cruzado", como se ha hecho en muchas ocasiones para eludir lo esencial, a saber, el descrédito de la ONU.

11 de enero