Ejecutados dos suboficiales del Ejército argelino que eran integristas
Dos suboficiales del Ejército argelino miembros del grupo guerrillero integrista Movimiento Islámico Armado, vinculado al Frente Islámico de Salvación, han sido ejecutados. Éstas son las primeras ejecuciones de militantes integristas que se llevan a cabo en Argelia desde que se interrumpiera el proceso electoral, ahora hace justamente un año.
Rahmune Norredine y Fadhil Ahmed, suboficiales mayores del Ejército, fueron ejecutados en una fecha no precisada, según se desprende de un lacónico comunicado del Ministerio de Justicia difundido ayer por la noche por la agencia de prensa oficial argelina APS. La nota asegura que se habían rechazado previamente todos los recursos presentados por los abogados defensores de los condenados.El cumplimiento de estas dos sentencias de muerte pone en evidencia la firme voluntad del Gobierno argelino de frenar sobre todo los intentos de infiltración integrista en el seno del Ejército, impidiendo de esta manera las operaciones de desestabilización similares a las protagonizadas por los fundamentalistas en Irán en 1978 y 1979 y que supusieron el fin del régimen del Sha y el advenimiento del ayatolá Jomeini.
Los dos suboficiales habían sido condenados a muerte por un tribunal militar de Blida, el pasado mes de mayo, por su participación en el intento de asalto de la sede del Almirantazgo de Argel, perpretado el 13 de febrero de 1992. La operación tenía como objetivo robar las armas del edificio y asaltar con ellas la sede central de la radiotelevisión estatal, para proclamar desde allí el advenimiento de una República Islámica.
Asalto violento
El plan estaba dirigido por un subteniente del Ejército, que resultó muerto en el tiroteo, y por un imam del barrio argelino de Bab El Oued, que logró huir y que se encuentra condenado a muerte, después de haber sido juzgado en rebeldía. El intento de asalto se saldó con 10 muertos que fueron degollados y mutilados, mientras dormían. Las otras tres víctimas murieron en el enfrentamiento.El proceso contra este grupo de activistas, entre los que se encontraban varios veteranos de la guerra en Afganistán, puso por primera vez de relieve la maniobra de desestabilización promovida por los fundamentalistas en el seno del Ejército. Recientemente en el juicio celebrado ante el tribunal militar de Bechar, que condenó a muerte a 20 integristas, volvió a darse una nueva prueba de estos intentos de infiltración.
En Argelia se encuentran pendientes de la pena de muerte alrededor de una cuarentena de militantes integristas, aunque en la mayoría de los casos las sentencias se encuentran aún en trámite ante el Tribunal Supremo. En fecha próxima se espera que el Supremo dicte su resolución sobre un grupo de 13 fundamentalistas condenados a muerte por el asalto del cuartel de Guemmar en noviembre de 1991, en el que murieron tres soldados.
Por otra parte, seis presuntos terroristas integristas, entre ellos el acusado de asesinar a un capitán de la Gendarmería Nacional argelina, murieron durante los últimos tres días en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, informó ayer la policía.
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