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Reportaje:

Un estadio para los sin casa

Los pobres de París tendrán cobijo en el Parque de los Príncipes tras las 131 muertes de 1993

Los pobres y marginados de París tienen desde el pasado viernes refugio en un recinto deportivo tras el acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento de París y el club de fútbol Paris-Saint Germain. El estadio del Parque de los Príncipes -propiedad del primero y gestionado por el segundo- se abre así a los sans-abri, denominación francesa para las personas que, por una razón u otra, viven en la calle. La reciente ola de frío ya ha causado este año 13 muertes entre las personas carentes de domicilio -los sans domicile fixe (sin domicilio fijo o SDF)-, hecho que aceleró el acuerdo.

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Las trágicas consecuencias de la ola de frío originaron una serie de acusaciones de los grupos de oposición contra el Gobierno.La opción de servirse de un estadio deportivo como refugio para los que carecen de casa no es nueva, aunque en París los precedentes son de otro signo: los nazis concentraron a los judíos que luego deportarían hacia los campos de exterminio en el Vel d'Hiv (velódromo de invierno). Ahora, los espacios que hay debajo de los graderíos se convertirán en cobijo de algunos de los más de 12.000 SDF que se calcula viven en París.

"Demagogia"

Para el Ministerio de Asuntos Sociales, esta iniciativa, como la de abrir los gimnasios de los institutos a los SDF, "tiene una importante dosis de demagogia" declaraba a este periódico un alto funcionario. "Los locales a disposición de los SDF no están nunca llenos, porque pocos saben dónde se encuentran o no están en condiciones de acudir", añadió esta fuente."En menos de dos años hemos invertido más de 2.000 millones de francos [unos 42.000 millones de pesetas] en subvenciones a las sociedades que se ocupan de los SDF", informó el alto funcionario, según el, cual en Francia hay cuatro sociedades importantes, que funcionan desde hace tiempo, y mejor de lo que puede hacerlo un organismo ministerial. "Nosotros les ayudamos para que puedan ofrecer más camas, calentar sus locales y sobre todo contratar a asistentes sociales capacitados".El número de SDF franceses es un misterio. Tan pronto se habla de 200.000 como de 500.000 marginados. Hasta hace muy poco, el origen de su situación había que buscarlo en la crisis personal; acompañada de alcohol y droga, y en la dificultad de reinserción social para quienes salían de la cárcel.

Las mismas fuentes aseguraron: "El número de clochards, de vagabundos electivos, es muy pequeño: se reduce a unas 1.000 personas en toda Francia. Y son tipos estables que viven siempre bajo el mismo puente. A base de maderas, cartones y plásticos se han construido su refugio. Ellos no quieren saber nada de ayudas sociales o de dormitorios públicos".

Si los clochards forman parte de la mitología marginal de París, no puede decirse lo mismo de los SDF. "Ayer acudí a la estación de metro de Saint Martin", dice Gaudin, del Ministerio de Asuntos Sociales, "y de las 103 personas que dormían allí, 89 tenían derecho a algún tipo de ayuda por parte del Estado, pero ni tan sólo lo sabían. Eso es lo peor, y por eso quiero que sean asistentes sociales quienes les ayuden, y no policías".

Si el clochard no es nómada y forma parte del paisaje ciudadano, la situación del SDF es otra: "Van de un lado a otro", dice Gaudin, "buscan trabajo esporádico y lugares donde el clima o las ayudas de la beneficencia sean mejores".

Tres años de vida

"Durante un plazo que va de los tres días a los seis meses, los clochards luchan por sobreponerse a su situación", explica Gaudin. "Luego, casi siempre de la mano del alcohol, se dejan caer por la pendiente. La esperanza de vida media, una vez superada la frontera de los seis meses viviendo en la calle, es de tres años".El grueso de los SDF proviene de la emigración clandestina, a veces por razones políticas, y del paro, una vez que se les acaba el periodo en que les corresponde el subsidio de desempleo.

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