Ultimátum occidental a Irak para que desmantele los misiles desplegados en el sur del país
Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia lanzaron ayer un ultimátum a Irak para exigirle la retirada, en el plazo de 48 horas, de los misiles tierra-aire que ha desplegado al sur del paralelo 32. De no hacerlo, deberá atenerse a "serias consecuencias". Las fuerzas occidentales iniciaron ayer su cuenta atrás cuando a las 17.30, hora local -23.30 horas de España-, sus cuatro representantes en el Consejo de Seguridad de la ONU entregaron la misiva de alerta al embajador iraquí, Nizar Hamdun, en la sede de la ONU en Nueva York. El plan promovido por VE UU prevé castigar una negativa de Bagdad Me forma decisiva y apropiada", un eufemismo diplomático que encubre la amenaza de bombardeo contra las bases militares de Irak.
El documento con la advertencia fue entregado ayer al embajador iraquí ante la ONU, Nizar Hamdun, por el embajador francés Jean Bernard Merimée. El mensaje exige que Irak retire inmediatamente las baterías antiaéreas que ha desplazado al sur de paralelo 32, en el punto en el que empieza la zona de exclusión aérea impuesta por Estados Unidos y sus aliados, y advierte que la coalición no va a permitir ninguna amenaza a sus operaciones, El portavoz de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, no quiso comentar las previsiones estratégicas norteamericanas hasta que el, líder iraquí, Sadam Husein, reaccione a la advertencia y se limitó a reconocer que "todas las posibilidades siguen abierta?.Tras haber recibido el texto del comunicado de la coalición occidental, el embajador iraquí dijo: "Creo que Irak no tiene ninguna intención de sufrir una crisis". Hamdun también manifestó que las fuerzas occidentales no tienen ningún derecho a imponer la zona de exclusión aérea en el sur del país. "No tiene nada que ver con ninguna resolución de Naciones Unidas, ni con las leyes internacionales y es simplemente una decisión de las potencias occidentales", dijo. Protección a disidentes
La zona de exclusión fue adoptada por los aliados el pasado verano en base a la resolución 688 de la ONU que protege a las minorías, para impedir los ataques aéreos del Gobierno iraquí contra la disidencia de los musulmanes shiíes que son mayoría en el sur del país. Por la misma razón, se estableció otra zona de exclusión al norte del paralelo 36 para proteger a la minoría kurda.
La tensión entre norteamericanos e iraquíes ha ido subiendo desde que los estadounidenses derribaron un avión iraquí que el pasado 27 de diciembre violó el espacio aéreo protegido. Desde entonces, otros aviones iraquíes han penetrado en la zona prohibida cuando los estadounidenses no estaban patrullando el área. Los analistas de la Casa Blanca han interpretado este hecho como una provocación para atraer a los aviones norteamericanos hasta el área de tiro de los misiles SAM iraquíes para vengar el derribo del avión de combate MIG 25 y como un intento de mofarse de los esfuerzos para proteger a los shiíes.
El portavoz del Pentágono, Bob Hall, ha manifestado que la fuerza militar norteamericana no va a tolerar que se ponga en peligro la vida de sus pilotos con misiles controlados por rádar. En una información publicada ayer por el diario The New York Times, fuentes de la administración norteamericana han subrayado su decisión de iniciar una nueva acción militar contra Irak si Sadam Husein no desmantela los misiles. Coincidiendo con ello, EE UU ha enviado aviones a Arabia Saudí y ha ordenado el traslado inmediato a las aguas del Golfo Pérsico de un portaviones que se encontraba situado en las costas de Somalia.
El presidente electo, Bill Clinton, que tomará posesión de su cargo el próximo día 20, manifestó ayer su apoyo incondicional a la política de presión a Irak que está desarrollando la saliente administración republicana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.