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La capital tendrá 80 nuevas gasolineras para dejar de ser la ciudad con menos surtidores

Juan Antonio Carbajo

Madrid cuenta con un número insólitamente bajo de gasolineras. Sus 97 estaciones de servicio y 52 surtidores no resisten comparación con las 1.713 que tiene Roma o las 1.800 de Londres. El Ayuntamiento de la capital ha elaborado un plan especial para determinar la ubicación de 80 nuevas gasolineras y, de paso, prepararse para la reconversión que se realizará en el sector con el final del monopolio de petróleos. Las nuevas estaciones de servicio estarán a la vera de las nuevas vías o junto a los parques. Estas últimas estarán obligadas a hacer aseos exclusivos para los paseantes.

El Plan Especial de Instalaciones de Suministro de Combustibles, que aprobó inicialmente el último pleno municipal, actualiza la normativa de seguridad de las gasolineras y selecciona 80 puntos de la ciudad para instalar nuevos surtidores. En su memoria, el plan asegura que la provincia padece el mayor déficit de estaciones de servicio de España en proporción al parque automovilístico.Los puntos elegidos para ampliar el parque de gasolineras (actualmente hay 97 estaciones de servicio y 52 surtidores aislados) se ubican alrededor de las vías construidas en los últimos años, al amparo del Plan de Accesos, y en barrios deficitarios, como Moratalaz (que tendrá seis gasolineras nuevas), Aravaca (tres) o Fuencarral (cuatro).En los bordes de la M-40 se ha previsto la instalación de ocho estaciones y cuatro alrededor de la M-30 (dos de ellas junto al puente de Ventas). Sólo cinco de las 80 nuevas instalaciones estarán en la almendra central de la ciudad.La Gerencia Municipal de Urbanismo, que ha elaborado el mapa de nuevas ubicaciones, también ha proyectado gasolineras en los bordes de los parques. El Ayuntamiento está convencido de que la seguridad de los parques "se verá favorecida por la actividad constante [de la nueva instalación]". Además, estas estaciones estarán obligadas a construir aseos para los usuarios de la zona verde distintos a los de los clientes y con accesos independientes.Baja siniestralidadSegún Urbanismo, "se ha demostrado estadísticamente que la siniestralidad de las gasolineras es baja o nula". Por eso, la nueva normativa no expulsa a las estaciones de servicio de los núcleos habitados. Como mucho, establece que los depósitos de combustible más grandes (de más de 50.000 litros) estén a más de 17 metros de las edificaciones existentes. Los surtidores podrán estar a dos metro de las casas.

Más normas. Para evitar filtraciones, el Plan Especial establece que el pavimento de la instalación deberá ser impermeable a los hidrocarburo y tendrá que tener sumideros independientes para recoger el agua de lluvia que se haya mezclado con la gasolina. Además, los depósitos impermeabiliza dos deberán estar enterrados en arena de río lavada y seca y con sistemas de detección de fugas. Las gasolineras, determina el documento, tendrán zonas de descarga y aparcamiento dentro de sus recintos y hasta las más pequeñas (aquellas que sólo tienen un surtidor) necesitarán construir un aseo. Las nuevas instalaciones cumplirán estas normas y las actuales tienen ocho años para adecuarse.

La gerencia considera que el incremento del número de estaciones de servicio beneficiará a la circulación, ya que se repartirán las colas de espera que ahora sufren las gasolineras, especialmente ante el anuncio de una subida, y los vehículos recorrerán menos kilómetros en busca de su suministro.

El Plan Especial también consolida los nuevos servicios que se han ido añadiendo a las estaciones tradicionales y permite los usos de lavado y engrase, pequeños talleres, venta al por menor de productos "que no desvirtúen el carácter de servicio al usuario", así como bares, cafeterías y restaurantes. Se trata, según Urbanismo, de adecuar la normativa al modelo comercial que poco a poco se va implantando. En Madrid, la mitad de las estaciones tienen túnel de lavado, un 31 % taller de engrase, un 19% servicio de reparaciones y, de momento, sólo un 7% cuenta con cafetería o restaurante.

Litros a destajo

Las gasolineras madrileñas trabajan a destajo. Cada una vende, como media, 10,1 millones de litros al año, el doble que cualquier otra estación de España y 10 veces más que una británica, por ejemplo. El problema es que apenas hay surtidores para el ingente parque automovilístico de la capital.El Plan Especial de Instalaciones de Suministro de Combustible, elaborado por el Ayuntamiento para autorizar 80 nuevas gasolineras, asegura que la provincia padece el mayor déficit de estaciones de servicio de España. En Madrid existe una gasolinera por cada 10.847 vehículos, y en Barcelona, con más coches, una por cada 7.552. La media española es aún más baja: una por cada 3.977 vehículos. Sólo si se calcula la proporción entre surtidores y habitantes, Madrid pierde el primer puesto de penuria petrolera en favor de Vizcaya, donde existe una gasolinera por cada 26.917 vecinos.

La normativa municipal, que aún debe aprobarse de forma definitiva, coincide con el final del monopolio petrolero (que desaparece de forma oficial a mediados de enero) y la revolución que se prevé experimentará el sector ante el aumento de la competencia.

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