El Parlamento yugoslavo, vota la destitución de Milan Panic como primer ministro
El Gobierno del primer ministro yugoslavo, Milan Panic, ha caído. Nueve días después de las elecciones ganadas por su rival, el ex comunista Slobodan Milosevic, y seis meses después de su inesperado nombramiento, Panic ha perdido la última batalla, y con ella, su puesto. Las dos cámaras del Parlamento federal aprobaron ayer, por abrumadora mayoría, la moción de censura en contra del Gobierno presentada a última hora por el ultranacionalista Partido Radical Serbio. Panic será sustituido temporalmente por su actual viceprimer ministro, el montenegrino Radaje Kontic.
Esta vez no ha sido como en noviembre, cuando los votos de Montenegro en la Cámara de las Repúblicas salvaron a Milan Panic de la destitución. Ayer, el resultado fue rotundo: 95 votos a favor de la moción, dos en contra y doce abstenciones en la Cámara de los Ciudadanos. 30 a favor, uno en contra, una abstención y un voto nulo en la Cámara de las Regiones, que se divide de forma paritaria entre diputados de Serbia y de Montenegro.La caída de Milan Panic representa algo más que el cese de un primer ministro. Es la derrota de una estrategia política moderada y la victoria de las tesis más nacionalistas, defendidas en Serbia por Milosevic y su nuevo aliado, el líder ultra del Partido Radical, Vojislav Seselj, autor de la inesperada moción. La derrota de Panic supone además un duro revés para los esfuerzos negociadores del presidente yugoslavo, Dobrica Cosic, elegido por el mismo Parlamento, y que ahora se ha quedado solo.
"No podemos esperar un mes más para que se cree un caos mayor", advirtió a los diputados federales el ultra Vojislav Seselj, al explicar su decisión de presentar una moción con el fin de destituir al Gobierno federal. Seselj acusó a Panic de minar el poder militar del país, socavar la economía y malgastar los fondos estatales. En un discurso muy duro, Seselj concluyó diciendo: "Estoy convencido de que Panic terminará en la cárcel".
Los diputados federales (socialistas y ultranacionalistas) ni siquiera mencionaron en los debates los resultados de la conferencia de Ginebra, de la cual el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic, regresó visiblemente preocupado. "Las posibilidades de una intervención militar son muy reales", precisó.
"Hay que parar la guerra en Bosnia a cualquier precio e impedir el objetivo musulmán de internacionalizar el conflicto", dijo Cosic tras subrayar su satisfacción por su reunión con su antiguo conocido, el presidente de Croacia, Franjo TudJrnan. Ambos apoyan la creación de una confederación en Bosnia-Herzegovina entre las tres colectividades étnicas.
Los copresidentes de la conferencia de paz sobre la antigua Yugoslavia, David Owen y Cyrus Vance, prosiguieron ayer en Ginebra sus esfuerzos para confirmar la presencia de las tres partes en conflicto en Bosnia en la misma mesa de negociación el próximo sábado 2 de enero, sin que acontecimientos como el de la caída de Panic sirvan de excusa a alguna de las partes, informa J. A. Ortega. El presidente bosnio y líder musulmán, Alia Izetbegovic, confirmó su asistencia en unas declaraciones publicadas ayer por el diario iraní Yum¡uri Islam¡, en las que dice que asistirá de mala gana, pero asistirá.Romper el cerco de Sarajevo
Por otra parte, los observadores de las Naciones Unidas confirmaron ayer la existencia de una gran concentración de tropas musulmanas, unas 10.000 personas, en las afueras de Sarajevo, atrincheradas en el monte Igman y dispuestas a lanzar una ofensiva hacia el centro con el objetivo de romper el asedio serbio, que ha entrado en su noveno mes.
La capital vivió ayer uno de los días más fríos, con temperaturas de diez grados bajo cero, sin agua ni electricidad. Los sonidos de las ametralladoras y morteros se podían escuchar con toda su intensidad en el centro de Sarajevo, pese a que los combates se desarrollaban en el exterior. Según las Naciones Unidas, el frío puede empezar a ser mortal en las calles de Sarajevo en cualquier momento, pues la situación actual es verdaderamente desesperada. Entre tanto, fuerzas musulmanas han iniciado un avance desde Srebrenica hacia Bratunac, en la ribera del río Drina, forzando la huida masiva de la población serbia al otro lado.
Por otra parte, pocas horas después de la caída de Panic, el Estado Mayor del Ejército yugoslavo emitió un escueto comunicado: 'Las órdenes han sido cursadas para tomar las medidas adecuadas a la situación actual en el espacio reducido y ampliado de Yugoslavia". Bajo el término de espacio ampliado se pueden entender las zonas bajo control serbio en Bosnia-Herzegovina, puesto que el jefe de Estado Mayor, el general Zivota Panic, había advertido que el Ejército federal intervendría en Bosnia en caso de una acción militar internacional en contra de los serbios en esta república.
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