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'Los signos son vulnerables", dice el escritor surafricano John Conyngham

Jacinto Antón

El escritor surafricano blanco John Conyngham (Pietermaritburg, 1954) aparece, desde las coordenadas europeas, como una voz singular y extraña en la literatura de su país. Su posición, dice, es genéricamente liberal, "pero sin tomar partido", en la consideración de que la política en Suráfrica "es algo muy intrincado y tormentoso". En su narrativa, muy personal y apartada de la corriente comprometida representada por la Nobel Nadine Gordimer (a la que critica -moderadamentetanto en el plano político como literario), ha optado por una visión, oblicua" y simbólica de los problemas de su país. Emecé ha publicado en España La profanación de las tumbas, una novela basada en una investigación. histórica sobre un fracasado general inglés de la guerra anglo-bóer. "Los signos son vulnerables; siempre que se aproxima un orden nuevo se profanan los símbolos del anterior", reflexiona Conyrigham.

La profanación de las tumbas narra la peripecia de un joven de Durban en crisis de identidad que se embarca en una investigación histórica para escribir la biografía de un oscuro militar: el teniente general William Forbes Gatacre, apodado El Deslomador.

La novela alterna los avances del protagonista en la investigación con sus experiencias en el mundo rural afrikáner, en el que se ha sumergido para documentar su trabajo. El personaje, de origen anglosajón, descubre que unas viejas tumbas de soldados británicos han sido profanadas.

Cielos de agonía

Según Conyngham, La profanación de las tumbas forma parte de una trilogía, aunque sólo en cuanto al tema, pues los personajes son distintos. 'La denomino la trilogía de Natal y actualmente estoy escribiendo la tercera parte. La primera novela, The arrowing of the cane [ganadora del Premio Olive Schreiner 1988 a la mejor obra narrativa en Suráfrica], trataba básicamente de lo mismo: las cosas antiguas que mueren y el nacimiento de un orden nuevo. En ese caso, explicaba la agonía de la sociedad azucarera". Una agonía que encontraba su simbolismo en el mismo título: ese florecimiento de la caña de azúcar que anuncia que ha llegado la hora de cortarla. La tercera novela "tratará sobre otra agonía: la actual del poder blanco". En opinión de Conyngham, la historia de Suráfrica es una suma de cielos de agonía: 'Llegaron los negros del norte y desplazaron a los bosquimanos; los bóers, a los negros, y los británicos, a los bóers". El paisaje tiene una gran importancia en la narrativa de Conyngham: "En Suráfrica, uno le siente muy atraído por el paisaje, e inseguro de que aquello le pertenezca, de que tenga derecho a estar allí; creo que todos los blancos lo sentimos, incluso los afrikáner lo notan: no somos África". El novelista considera que la literatura comprometida de su país "huele demasiado a política". De Nadine Gordn*ner opina que "se ha vuelto de extrema izquierda". Estilísticamente, "escribe un inglés muy bello y cuidado, pero en Suráfrica hay una tradición muy rica de literatura informal".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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