Clinton busca el equilibrio entre las caras nuevas y los políticos veteranos en su futuro Gobierno
El presidente electo de Estados Unidos, Bill Clinton, está dando los últimos toques a su Gabinete tratando de cumplir su promesa de que la nueva Administración norteamericana estará dominada por la diversidad y una "audaz" y nueva manera de pensar. Sin embargo, Clinton ha escogido a ex colaboradores de la Administración Carter para perfilar la nueva política exterior norteamericana y ha designado a un viejo conocedor de los entramados políticos de Washington, el senador Lloyd Bensten, para configurar la política económica desde su puesto de secretario del Tesoro.
La novedad más palpable del Gabinete de Clinton es la presencia de profesores universitarios y representantes de la corriente liberal demócrata en otros puestos claves. Con la inclusión de representantes académicos entre expertos burócratas y políticos profesionales, el presidente espera conseguir una interacción de fuerzas que produzca una nueva dinámica en la política norteamericana.De los últimos ocho nombramientos para los más importantes puestos de política exterior y defensa, el gobernador de Arkansas ha echado mano de cinco ex colaboradores de Jimmy Carter. La designación de Warren Christopher, de 67 años, como secretario de Estado despierta dudas sobre la capacidad de este abogado y diplomático por hacer frente a los nuevos retos a los que se enfrenta Estados Unidos.
Las relaciones con Japón y China, con quien se tiene que renovar el tratado de nación más favorecida, la crisis en los Balcanes, la intervención en Somalia y la inestabilidad en Rusia son algunos de los puntos que requerirán la atención de Christopher doce años después de que abandonara la diplomacia para dirigir un prestigioso bufete de abogados en Los Angeles. Christopher ha encabezado el gabinete de transición de Clinton y fue el hombre que le aconsejó elegir a Al Gore como candidato a la vicepresidencia. El nuevo sustituto de James Baker es un hombre discreto y un hábil negociador.
Con la designación del presidente del Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, el congresista por Wisconsin, Les Aspin, como secretario de Defensa, Clinton apuesta por un experto en análisis para llevar a cabo la reducción de gastos militares que los demócratas prometieron durante su campaña.
Seguridad nacional
Como consejero de Seguridad Nacional ha sido nombrado Anthony Lake, un profesor de Relaciones Internacionales de 53 años que defiende que Estados Unidos debe aprender cómo relacionarse con los regímenes radicales del Tercer Mundo. Al frente de la CIA (Agencia Central de Inteligencia), Clinton ha situado a R. James Woolsey, un demócrata conservador especialista en control de armamento, satélites espías y adquisiciones del Pentágono. Woolsey fue un estrecho colaborador del consejero de Seguridad de la Administración Bush, Brent Scowcroft.
Clinton ha decidido que el puesto de embajador ante Naciones Unidas ascienda a la categoría de miembro del Gabinete. Una checoslovaca de 55 años nacionalizada norteamericana, Madeleine Albright, representará a EE UU en el organismo internacional.
Si más de la mitad de los nuevos nombrados en Defensa y Política Exterior participaron en la Administración Carter, Clinton ha salido al paso de las susceptibilidades explicando que había valorado la capacidad de trabajo en común que los recién designados miembros del Gabinete demostraron durante la campaña. Ha añadido que el mandato de Carter "ha sido el único mandato demócrata que hemos tenido en los últimos 25 años".
La mayor parte de los nuevos altos cargos pertenecen al ala liberal demócrata, por lo que varios representantes de la corriente conservadora del partido ya han manifestado sus quejas.
El presidente electo, que inició este mes la ronda de nombramientos con la conservadora elección de Lloyd Bensten para el departamento del Tesoro, ha designado a su amigo y compañero en la universidad de Oxford, Robert Reich, como secretario de Trabajó. Reich, que es profesor de Economía en la Universidad de Harvard, está considerado como un liberal, que será por tanto bien aceptado por los sindicatos.
Otra representante del mundo académico, Donna E. Shalala, que es la decana de la Universidad de Wisconsin, se prepara para ocupar la secretaría de Salud. El presidente del partido demócrata, Ron Brown, fue el primer negro elegido para el Gabinete cuando fue nombrado secretario de Comercio. El ex gobernador de Carolina del Sur, Richard Riley, uno de los artífices de la reforma escolar, es desde hace tres días secretario de Educación y la ejecutiva negra Hazel O'Leary, la nueva jefa de la secretaría de la Energía.
El nuevo jefe de Gabinete es Thomas McLarty, un amigo de infancia del nuevo presidente. En las próximas horas se esperan los últimos nombramientos, los de los representantes de los departamentos de Justicia, Agricultura, Transportes e Interior.
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