Reequilibrio Norte-Sur en la nueva Comisión Europea

España ha salido claramente beneficiada del reajuste de la Comisión Europea, en la que las competencias de los dos comisarios nombrados por el Gobierno, el socialista Manuel Marín y el popular Abel Matutes, salen reforzadas y ampliadas. El conjunto resulta más equilibrado entre el sur y el norte de Europa, y entre los países de talante más liberal y los de talante más intervencionista.Los dos comisarios españoles contaban hasta ahora con un paquete de competencias interesante, pero fragmentado. Con el nuevo reparto, las relaciones económicas con los países del sur, que hasta ahora compartían Matutes y Marín, quedan en manos de este último. Matutes recibe una cartera, Transportes y Energía, que permitió el lucimiento de su antecesor, el belga" Karel van Miert, ahora en Competencia, y que le sitúa en contacto directo con una de las cuestiones centrales en la construcción europea, como son las grandes redes transeuropeas, parte de las cuales deben ser sufragadas por el nuevo fondo de cohesión. Una de ellas es el tren de alta velocidad, lo que permitirá, al comisario ibicenco ocuparse de su construcción entre Madrid y las fronteras de Irún y de La Jonquera.

Manuel Marín ha salido también muy bien parado del reajuste. La Oficina Europea Para la Ayuda Humanitaria, de la que va a ocuparse, reunirá todas las actividades, hasta ahora dispersas, de ayuda a refugiados, auxilio de urgencia y ayuda humanitaria que realiza la CE. Amplía sus anteriores competencias de cooperación y desarrollo a todos los países del sur y se convierte en una especie de ministro del Tercer Mundo.

Además, las carteras de Matutes y de Marín son ambas de gasto, es decir, con responsabilidades efectivas en inversiones. La de Marín, en fondos de cooperación y de ayuda humanitaria, la de Matutes, con el fondo de cohesión. Sale ganando España, aunque ninguno de los dos comisarios admite que el tema pueda plantearse en estos términos, "tan, poco comunitarios".

El fondo de cohesión se convierte en una de las responsabilidades del alemán Peter Schmidhuber, que se ocupa también del presupuesto. El seguimiento de la convergencia económica, que es una de las condiciones exigidas para obtener el fondo, irá a cargo de Henning Cristophersen, como comisario de Asuntos Financieros, y del propio Jacques Delors, que acumula la responsabilidad sobre asuntos monetarios a la de la presidencia. El fondo se dedicará a grandes redes y a medio ambiente.

El griego loannus Palleocrasas se ocupará de otra cuestión vital para España, la pesca, que hasta ahora tenía Marín. Otra cuestión que interesa en España, el Comité de Regiones, se convierte en responsabilidad de Bruce Millan, el comisario laborista británico encargado hasta ahora de política regional. Es un viejo conocido de los políticos vascos y catalanes que mayor interés demuestran en el buen y rápido funcionamiento del Comité.

Finalmente, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, no tendrá que vérselas a partir de ahora con el conservador británico Leon Brittan. "Sir Leon", como se le llama en Bruselas, pasa a comercio exterior y a las relaciones con los grandes de este mundo: China, Japón, la CEI y Norteamérica. Abandona así la polémica reconversión de la siderurgia integral vasca y asturiana.

Espafia no podrá escapar fácilmente, sin embargo, del rigorismo liberal de Brittan: como Francia, se le encontrará defendiendo el desarme arancelario y la apertura de las fronteras de la CE de par en par en las negociaciones del GATT.