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Yeltsin interrumpe de repente su visita a China y regresa a Moscú para "imponer el orden"

El presidente ruso, Borís Yeltsin, interrumpió ayer su visita a China y regresó intempestivamente a Moscú para evitar el desmembramiento del equipo económico del liberal Yegor Gaidar en el Gobierno e "imponer el orden". Según Yeltsin, en la capital rusa ha comenzado "el reparto de carteras ministeriales" para el Gabinete, que encabeza el nuevo primer ministro, Víktor Chernomirdin, y está en peligro al núcleo reformista que existía bajo Gaidar. La brusca decisión de Yeltsin asombró a políticos y observadores en Moscú, puesto que Chernomirdin se encontraba en Kazajstán, a miles de kilómetros de la capital rusa, y difícilmente podía estar realizando conversaciones sobre los nuevos ministros. Chernomirdin también anticipó su regreso a Moscú, donde llegó horas después que Yeltsin. El nuevo primer ministro no hizo declaraciones al llegar a la capital.

"A veces el patrón debe regresar para imponer el orden", declaró Yeltsin en el aeropuerto de Pekín, explicando que, según las informaciones que había recibido de Moscú "allí han comenzado muy temprano a luchar por las carteras". "Gaidar trajo a su equipo, un núcleo jóven, y no se puede permitir que lo rompan. Hay que conservarlo para que trabaje en aras de las reformas", agregó Yeltsin que anuló su previsto viaje al sur de China para adelantar su regreso, previsto para hoy.El presidente ruso repitió que se podía cambiar a "cuatro o cinco personas" -algo que ya había dicho antes del Congreso de Diputados, el macroparlamento que le obligó a nombrar a un nuevo primer ministro-, pero subrayó que se debía "conservar a las principales figuras". "Para eso vuelvo inmediatamente a Moscú", manifestó.

"Hay que comenzar inmediatamente la formación del nuevo Gobierno, y lo principal es conservar el núcleo del Gabinete de Gaidar", insistió Yeltsin al pisar tierra rusa. En el aeropuerto moscovita de Vnúkovo le esperaban el vicepresidente de la república, Alexandr Rutskói, y el jefe del Parlamento, Ruslán Jasbulátov, dos dirigentes que desean cambios radicales en el Gobierno y que precisamente piden las cabezas de los hombres de confianza de Gaidar.

El inesperado regreso de Yeltsin asombró a políticos y observadores, que no veían que se estuviera conspirando contra los ministros de Gaidar. El nuevo primer ministro se encontraba desde el viernes en visita oficial en Kazajstán, pero anticipó su regreso a la tarde de ayer y espera entrevistarse mañana con el presidente y VIadímir Shumeiko, el primer viceprimer ministro, para concluir antes del martes "la elaboración de los principios de la formación del nuevo Gobierno".

Verdad es que el jueves el vespertino Izvestia publicó una información sensacionalista de su corresponsal en Tokio bajo el título "Volski anuncia a los japoneses la composición del nuevo Gabinete de Rusia". En ella se decía que en una entrevista a la agencia Kyodo, Arkadi Volski -presidente de la Asociación Rusa de Industriales y Empresarios y uno de los líderes del bloque centrista Unión Cívica- había nombrado a las figuras claves del futuro Gabinete.

Este artículo, sin embargo, difícilmente pudo haber motivado la interrupción de la visita presidencial a China, pues el mismo Volski el viernes desmintió la información de Izvestia. A juzgar por las explicaciones de Volski, el corresponsal tergiversó completamente sus declaraciones a la agencia nipona.

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Mientras tanto, en Moscú, el presidente del Partido Demócrata (PD), Nikolái Travkin, negó que Unión Cívica -bloque del que forma parte el PD- hubiera elaborado una lista de nuevos ministros.

Además, un funcionario del Kremlin descartó que hubiera una conexión entre el artículo de Izvestia y el intempestivo regreso de Yeltsin, confirmando que las palabras atribuidas a Volski eran falsas.

Un posible motivo de preocupación puede deberse a que Víktor Chernomirdin declaró esta semana que pensaba consultar con la dirección del Parlamento -es decir, con Jasbulátov- la composición del nuevo Gabinete. Y aunque no se tienen noticias de que, hayan realizado estas consultas es muy posible que Jasbulátov y Rutskói -líder del Partido Popular Rusia Libre y como tal, uno de los dirigentes de Unión Cívica- sí hayan mantenido conversaciones preliminares.

En todo caso, Viacheslav Kóstikov, portavoz del presidente, explicó que Yeltsin había tenido que regresar debido a que "algunos políticos y partidos comenzaron a mostrarse excesivamente activos en el problema de la formación del Gobierno". Kóstikov calificó semejante actividad en ausencia del presidente de "incorrecta".

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