García Vargas invita a los vascos a reflexionar viendo la situación yugoslava
"Algunos de los que han cultivado el nacionalismo más violento en el País Vasco podrían reflexionar viendo esto" afirmó ayer el ministro de Defensa, JulIán García Vargas, tras recorrer el corredor del Neretva, 90 kilómetros de carretera por el interior de Bosnia-Herzegovina devastada por la guerra que enfrenta a serbios, musulmanes y croatas. "No creo que en España se pueda llegar nunca a un extremo como éste, porque no hay arraigados odios entre comunidades como aquí, pero si algunos hubieran tenido éxito o pudieran tenerlo en el futuro en sus propuestas de nacionalismo radical habría dificultades de convivencia y consecuencias de tipo económico y social", agregó.
ENVIADO ESPECIAL, El ministro se confesó "un poco deprimido" por el paisaje de muerte y destrucción que había contemplado. García Vargas visitó ayer los dos destacamentos de la Legión en Bosnia-Herzegovina: en Dracevo, junto a la frontera croata, y en Jablanica, a 85 kilómetros de Sarajevo.En Dracevo pudo comprobar las condiciones más que precarías en que viven los soldados españoles. Los legionarios se ven obligados a turnarse cada tres días, ya que carecen de agua corriente, duchas o letrinas y duermen en el suelo de un barracón anejo a una fábrica textil. Los casi 100 miembros del destacamento soportan, sin embargo, estas incomodidades a cambio de iniciar allí las escoltas a los convoyes de ayuda humanitaria para Sarajevo y evitarse los 1:50 kilómetros que separan el punto de partida de las caravanas de la base principal de la agrupacion española, en Split.
El ministro animó a los soldados anunciándoles que anoche estaba prevista la llegada al puerto de Split del buque Martín Posadillo, que transporta 30 viviendas prefabricadas que mejorarán sustancialmente sus condiciones de vida. Durante el recorrido, se detuvo a charlar con el legionario Javier Vicente, uno de los seis jóvenes que están curnpliendo el servicio militar en la antigus Yugoslavia. "Es una experiencia impresionante, lo único que me apena es no entrar en Sarajevo", afirma el joven.
La caravana con el ministro, formada por una docena de blindados, cinco de ellos equipados con cañones de 25 milímetros, atravesó sin incidencias los 20 kilómetros que transcurren bajo el punto de mira de la artillería serbia, pese a que el viernes Mostar vikvuñi a ser bombardeada y la presa del neretva ha sido atacada esta semana. En Mostar el ministro giró una breve visita.
"Sin pegar ojo"
Ya en Jabalanca, García Vargas se reunió con los mandos del destacamento más expuesto a un súbito agravamiento de la situación. "Me parece bien, si se le ha antojado venir, bienvenido sea,", decía un soldado cuando se le preguntaba por la visita del ministro
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