Malditas palabras

Provisional Danza

Historia de unos colgados. Coreografía: Carmen Werner. Dirección teatral: Fernando Barta. Música: Jorge Ramírez y Enrique Eizaguirre. Diseños: Estudio Albahaca. Ciclo Danza en Diciembre. Sala Olimpia. Madrid, 16 de diciembre.

Bailar apoyado en la palabra es una posibilidad llena de peligros, de riesgos escénicos de diverso tipo. Tampoco es un invento de la danza contemporánea, y va tan atrás en la edad moderna que tiene sus antecedentes en el siglo XVII. últimamente se ha hecho una nada sublime obsesión, y la mayoría de las veces conduce equivocadamente la estructura de la obra de danza, la daña, y si además la palabra no es brillante en sí misma, peor que peor.En este caso, las palabras sobran absolutamente, el monólogo didáctico entorpece una acción bailada que tiene buenos momentos y ajustados intérpretes. Carmen Werner ha progresado a la hora de armar una coreografía, aunque su vocabulario sigue teniendo limitaciones formales, lo que no es solamente su problema particular, sino de gran parte de la nueva danza española. Las raíces de tal lastre merecen un análisis, pues a todo el movimiento local le falta confrontación, diálogo y una auténtica apertura.

Las frases coreográficas, ya sean de las variaciones individuales o de las evoluciones de conjunto, son demasiado cortas, están sólo apuntadas, pero sin extenderse en el tiempo lineal de la obra. El material o lectura de movimientos después de inventado debe ser recreado, pulido y hasta gastado en el proceso.

Con Historia de unos colgados, el grupo Provisional se hace adulto, alcanza la mayoría de edad de forma discreta pero seria. El argumento de novela negra no es lo que más importa, mientras el espectador se queda con la copla del ambiente urbano, marginal y nocturno.