Noval defiende convenios colectivos que no se ciñan a las revisiones salariales

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, defendió ayer la necesidad de que la negociación colectiva no se haga sólo en función de los incrementos salariales, sino que incluya elementos como la formación profesional o la sustitución de las ordenanzas. Además, Noval dijo que la "flexibilidad interna de las empresas es más importante que la externa", entendiendo ésta como Ia capacidad de ajustar las plantillas".

Martínez Noval aprovechó la presentación oficial de la fundación laboral de la construcción, organismo de gestión compartida entre los empresarios y los sindicatos, para exponer las ideas del Gobierno sobre la negociación colectiva.El ministro defendió que esas negociaciones no deben contemplar únicamente los incrementos salariales, sino que también tienen que cubrir otros aspectos, tales como la formación profesional, la desaparición de las ordenanzas laborales o los estudios sobre seguridad e higiene. Es decir, defendió que el modelo y el contenido del convenio de la construcción en vigor sea trasplantado al resto de los sectores.

El titular de Trabajo pidió a los empresarios que doten de una mayor flexibilidad interna a sus sociedades, en lugar de dar tanta importancia a la flexibilidad externa, es decir, a los ajustes de plantillas en épocas de crisis.

Noval, visiblemente enfadado ante la pregunta de si opinaba igual que Carlos Solchaga sobre la flexibilidad en el despido, contestó enérgicamente: "Yo también soy miembro del Gobierno, y en él todos opinamos igual".

Tras el acto de presentación quedó constituida la dirección de la fundación. Su presidente será Pablo Robert -presidente de la patronal-, en tanto que las vicepresidencias las ocuparán los secretarios generales de construcción de UGT, Manuel Garnacho, y de CC OO, Luis Poveda. La fundación, cuya financiación corre prioritariamente a cargo de los empresarios, se encargará de gestionar la formación profesional, la seguridad y la prima de antigüedad del sector. Este organismo cuenta con un precedente en Asturias, también dedicado al sector de la construcción. La discusión de su composición definitiva estuvo a punto de provocar una paralización de las obras de la Expo de Sevilla y de los Juegos de Barcelona.