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El diputado Carlos Navarro responsabiIiza a su tío Luis Oliveró de la gestión de Filesa

El diputado socialista Carlos Navarro responsabilizó ayer a Luis Oliveró, tío político suyo y administrador, único de las sociedades del grupo Filesa, de la gestión de estas empresas y aseguró que él, en su calidad de accionista, estuvo, desligado de la marcha de¡ grupo, por lo que desconocía cualquier tipo de irregularidades. Carlos Navarro compareció finalmente. ayer a declarar sin previo suplicatorio, pero sólo respondió a las preguntas del fiscal y del ahogado del Estado y dejó sin responder las del PP y otras dos acusaciones por entender que su papel "obedece a intereses políticos".

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Declaraciones "evasivas"

Navarro negó ayer ante el magistrado instructor del caso Filesa cualquier responsabilidad en las operaciones de gestión del grupo de empresas Filesa, Malesa y Time Export, presuntamente constituidas como tapadera para la financiación irregular del PSOE. Navarro señaló que fue accionista de la empresa Time Export y que perdió el contacto con ella al vender sus acciones en noviembre de 1988. Según los abogados de la acusación, el parlamentario socialista subrogó toda la responsabilidad en los gestores.El diputado reconoció haber sido accionista mayoritario de Time Export entre junio de 1987 y noviembre de 1988, fechas en que la gestión estuvo dirigida por Luis Oliveró, y por Francisco Fajulas Doltrás, quien salió luego del grupo de empresas.

Navarro explicó ante el juez que en junio de 1987 adquirió el 50% de las acciones de Time Export, sociedad que posteriormente constituyó junto a Malesa y Filesa el grupo de supuesta financiación irregular del PSOE. La compra de Time Export le fue aconsejada por el senador socalista Josep Maria Sala -quien está citado a declarar mañana-, y en razón de que la sociedad estaba comercialmente inactiva y resultaban interesantes sus locales de la calle Consell de Cent, de Barcelona.

Según el letrado Antonio Urdiales, de la acusación de Ainco, "las continuas evasivas" del diputado corroboraron la interrelación entre el primer periodo, en que Navarro compra las acciones de Time Export, y el 18 de noviembre de 1988, que es cuando vende las acciones a Filesa "no sin antes hacerse con una llave de las dependencias y asegurar la administración de Filesa nombrando como administrador único de Time Export a su tío Luis Oliveró". Navarro también se refirió a otro de los antiguos administradores, Carlos Ponsa, como la persona que, junto a Josep, Maria Sala, le introdujo en Time Export.

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Desconocía los informes

Navarro fue preguntado por la llave de los locales de Consell de Cent, 308, sede de Time Export y, según el letrado Marcos García Montes, "primero dijo que la había perdido y después que pudo haberla devuelto". Según las acusaciones, la aparente indiferencia de Navarro por la marcha de la empresa contrasta con la posesión de una llave del local al que realizaba frecuentes visitas, según la versión del contable chileno Carlos van Schouwen, denunciante del asunto.

Navarro, según la versión de Urdiales, dijo que desconocía todo lo relativo a la elaboración de una decena de informes de consultoría encargados por bancos y empresas, por los que Filesa percibió más de 600 millones de pesetas. "No sabía absolutamente nada sobre quién elaboraba materialmente los informes ni si lo hacía alguna empresa", añadió.

Sobre su relación con Filesa tras la venta de las acciones de Time Export, Carlos Navarro dijo a los informadores que no quería entrar en detalles. Según el letrado de Ainco, Navarro reconoció en su declaración que tras dimitir como coordinador de finanzas del Grupo Socialista siguió asesorando "a título particular y familiar" a Luis Oliveró, entre otros asuntos, sobre el apartahotel Aguamar. También indicó que en la suspensión de pagos de Viajes Ceres se había limitado a intermediar con los acreedores.

Asimismo, y según la versión de Urdiales, Navarro atribuyó las denuncias del contable chileno de Filesa, Carlos van Schouwen, a una "venganza personal" dirigida contra Luis Oliveró, por no haber intercedido ante la Administración española para que le concedieran permiso de residencia.

Navarro tampoco aportó ningún dato esclarecedor sobre el fax dirigido a Oliveró desde Basilea por un tal Robert Simon, en el que supuestamente se da cuenta de los intereses generados en diversas cuentas bancarias. Las acusaciones tratan de demostrar que este fax corresponde a supuestas comisiones por los contratos del tren de alta velocidad, aunque los peritos policiales no han podido fijar su autenticidad.

El parlamentario socialista se refirió al viaje a Basilea (Su¡za) con Oliveró que, según las acusaciones, se llevó a cabo para abrir una cuenta corriente en la que ingresar las comisiones obtenidas por el contrato del tren de alta velocidad a la empresa Siemens. Sobre el particular, el diputado socialista Carlos Navarrro explicó que disponía de divisas en moneda suiza "para sus gastos privados" y se refirió a un viaje de vacaciones con su tío Luis Oliveró, realizado el 18 de noviembre de 1989, y que posteriormente prolongó con una estancia en Estrasburgo.

El abogado de la acción popular, Marcos García Montes, indicó que Carlos Navarro había incurrido en numerosas contradicciones y que pensaba pedir varios careos al término de los interrogatorios entre los que han declarado.

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