Yeltsin y el Parlamento ruso acuerdan enterrar el hacha de la guerra
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el jefe del Parlamento, Ruslán Jasbulátov, llegaron ayer, gracias a los buenos oficios del presidente del Tribunal Constitucional, Valeri Zorkin, a un compromiso que neutralizó la acalorada lucha mantenida durante 11 días por el Ejecutivo y el Legislativo para imponerse como máximo poder en el Estado. Un nuevo procedimiento para elegir al jefe del Gobierno y un referéndum para aprobar las bases de la Constitución rusa, convocado para el 11 de abril de 1993, forman parte de este compromiso de nueve puntos.
El pacto fue anunciado ayer por la tarde por Valeri Zorkin, cuyo papel de árbitro en la difícil convivencia de las instituciones políticas rusas quedó ayer fortalecido como un factor de estabilidad. Yeltsin tuvo que. hacer una concesión a sus enemigos: el cese del jefe de sus asesores, Guennadi Búrbulis.El Congreso de los Diputados de Rusia, el superparlamento ruso que fue elegido por sufragio universal democrático en 1990, aprobó por 541 votos a favor y 98 en contra el texto de la disposición que, de hecho, restablece el equilibrio expresado por la Constitución rusa en su última versión, del 21 de abril de 1992, antes de que el Congreso introdujera en los últimos días algunas modificaciones sobre los órganos de poder que ahora quedan congeladas hasta el referéndum, al igual que la enmienda a la ley sobre el plebiscito que prohibía a Yeltsin una consulta popular sobre los órganos de poder establecidos.
La tregua entre Yeltsin y Jasbulátov quedó sellada en el transcurso de unos pocos minutos que concluyeron con un apretón de manos entre estos dos protagonistas de la pugna y sin dejar que se cuestionara el pacto alcanzado ante el cual muchos diputados reaccionaron con murmullos de desaprobación e intentando provocar una nueva votación.
El pacto fue el producto de una ardua negociación que se desarrolló por la mañana. Yeltsin y Jasbulátov acudieron acompañados por un equipo de seis personas cada uno. Entre quienes participaron en las negociaciones estaban el vicejefe del Gobierno, Serguéi Shajrái; el ministro de Defensa, Pável Grachov; los presidentes de las repúblicas de Yakutia y Karelia; el diputado Nikolái Travkin y Yuri Skókov, el presidente del Consejo de Seguridad, un organismo que se reunió ayer por su cuenta a primera hora.
El procedimiento para la elección del jefe del Gobierno puede permitir que Yegor Gaidar continúe al frente del Gabinete hasta el próximo Congreso, que se celebra en abril, ya que, según lo acordado, mañana lunes Yeltsin presentará ante el Congreso una lista con los candidatos que han sido propuestos por este organismo y por el mismo presidente.
Tras la votación de esta lista, Yeltsin elegirá un candidato entre la terna de los mejor situados y lo presentará al Congreso para que éste lo ratifique como primer ministro. Si los diputados rechazan al candidato, el presidente tiene derecho a nombrarlo como jefe de Gobierno en funciones hasta el próximo congreso. Los sectores yeltsinistas confían en que Gaidar quede situado entre los tres primeros candidatos, lo que permitiría alcanzar el objetivo de mantenerlo en su puesto por lo menos hasta el próximo abril.
Candidatos a jefe de Gobierno
La lista de nombres que han sido mencionados como candidatos al cargo de jefe de Gobierno durante las sesiones del Congreso incluye a los viceprimeros ministros Gueorgui Jizhá, Victor Chernomirdin, Vladimir Sherbakov, ex viceprimer ministro de la URSS, el vicepresidente Alexandr Rutskói y Vladímir Kadárinikov, director de una fábrica de automóviles.El pacto entre Yeltsin. y Jasbulátov no incluye la celebración de elecciones anticipadas y, en la práctica, lleva a un terreno despersonalizado el conflicto planteado cuando Yeltsin solicitó un referéndum que obligara a la sociedad a elegir entre él y el Congreso. La consulta sobre las bases de la Constitución permite ahora plantear la cuestión sobre el régimen estatal en Rusia -como república parlamentaria o república presidencialista- en unos términos más generales y menos emotivos.
La intención de Yeltsin de sacrificar a su hombre de confianza Guennadi Búrbulis se confirmó ayer por la mañana, cuando el secreiario de prensa del presidente Viacheslav Kóstikov anunció que Yeltsin había firmado ya una disposición en la que se confirmaba el cese del consejero-jefe.
La crisis política latente que hizo explosión cuando Yeltsin se dirigió al pueblo ha tenido un efecto clarificador. Ninguna de las partes en litigio, cualquiera que fuera su deseo, pudieron actuar de forma anticonstitucional, lo que supone que, por primera vez, el mecanismo de división de poderes comenzó a funcionar de forma objetiva y al margen de sus protagonistas. Y el proceso de clarificación afectó también al Ejército y a los órganos del orden público que se mantuvieron neutrales en el conflicto.[El canciller de Alemania, Helmut Kohl, afirmó ayer que está dispuesto a perdonar la deuda contraída por la antigua Unión Soviética con la ex República Democrática alemana, según el semanario Der Spiegel].
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.