Infantil producto navideño
El increíble éxito de Solo en casa (1990), una pequeña producción que hoy ocupa el tercer lugar en la lista de las películas más taquilleras de la historia del cine, lleva al productor y guionista John Hughes a hacer un producto lo más parecido posible al anterior con el mismo equipo, pero con mucho más dinero.Productor, guionista y director de películas juveniles durante la década de los ochenta, John Hughes es especialmente conocido por Todo en un día (1986) y La chica de rosa (1985), que dirige Howard Deutch. Aunque su carrera cinematográfica cambia de dirección cuando conoce al guionista y realizador Chris Columbus y hacen juntos Solo en casa.
La enorme cantidad de dinero que le hace ganar le lleva a abandonar las comedias juveniles y seguir trabajando con Macaulay Culkin, el niño que había descubierto casualmente en Solos con nuestro tío (1989). De esta forma, hace con Columbus y Culkin Yo, tú y mamá (1991) y en solitario La pequeña pícara (1991), con la niña K. Lynch, para intentar superar los éxitos anteriores con Solo en casa 2: perdido en Nueva York.
Home alone 2: lost in New York
Director: Chris Columbus. Guionista y productor: John Hughes. Fotografía: Julio Macat. Música: John Williams. Intérpretes: Macaulay Culkin, Joe Pesci , Daniel Stern y John Heard. Estados Unidos, 1992. Estreno en Madrid: Callao, Roxy A, Carlos III, Vaguada, Albufera, Ideal, Ciudad Lineal, Victoria, Liceo y Lumiere.
Lo curioso de esta segunda entrega es que más que una nueva película, parece una nueva edición de la anterior corregida y aumentada. Si en la primera el hijo pequeño de una familia numerosa se quedaba solo en casa por error mientras los demás se iban de vacaciones, en ésta se equivoca de avión y mientras padres, hermanos, tíos y primos se van a pasar las vacaciones de Navidad a Miami, él aparece en Nueva York. Tras una aburrida parte central en que se aloja en un gran hotel, conoce a una mendiga amante de las palomas y al dueño de una enorme juguetería, el final se convierte en una repetición de la anterior. Si en la primera se enfrentaba con éxito a unos ladrones que querían desvalijar la casa familiar, en la segunda lleva a los mismos ladrones a la casa abandonada de sus tíos y vuelve a luchar contra ellos y vencerlos.
De manera que Solo en casa 2: perdido en Nueva York es un infantil producto navideño minarse "espíritu navideño", donde Macaulay Culkin vuelve a encarnar al repelente niño Kevin McCallister dentro de un pringoso estilo Walt Disney realizado con técnica de dibujo animado. Esto lleva a que los personajes, como se subraya en algún momento, tengan más de dibujo animado que de persona y que el largo enfrentamiento entre el niño y los ladrones sea lo más parecido posible a un tradicional dibujo animado donde un personaje lucha contra otro.
Escenas brillantes
El resultado es un producto muy cuidado, con escenas brillantes, como aquella donde toda la familia corre por el aeropuerto para tomar el avión, demasiado lleno de eso tan comercial que suele denominarse "espíritu navideño", bastante aburrido, pero dirigido a un público muy concreto que sabe muy bien qué va a ver. Lo que posiblemente le convierta en un éxito de una resonancia similar al primero, a pesar o quizá porque carece de la originalidad de aquél.La estrella Macaulay Culkin, que por la primera parte cobra doce millones de pesetas y por la segunda poco más de quinientos millones, no resulta ni especialmente simpática ni atractiva. Se limita a ser el típico niño prodigio, pero resulta excesivamente frío. Muy lejos queda su actuación en Mi chica (1991), de Howard Zieff, la mejor de sus películas y única muestra de que es un prometedor actor. Aunque hay que señalar que allí tenía un personaje entre manos y aquí sólo es un dibujo animado más.
Babelia
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