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Borrell deja sin gastar 18.000 millones del 'Plan Felipe' en ferrocarriles para Madrid

Javier Casqueiro

La necesidad de infiaestructuras ferroviarias en Madrid se debate entre los dichos y los hechos. La Administración presenta modélicos proyectos y planes, pero luego no los termina con sus correspondientes inversiones. El Ministerio de Obras Públicas y Transportes se ha obsesionado, en los últimos años, con construir carreteras en Madrid (cíerre de la M-30, la M40, ampliación de radiales) y ha relegado al tren. El plan Felipe (370.000 millones para la capital), que finaliza en 1993, se va a quedar cojo precisamente en este aspecto, al no invertirse 18.000 millones de los previstos.

Mientras el actual ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, no cumple sus compromisos ferroviarios previstos en el plan Felipe (para la creación de infraestructuras en las grandes ciudades), el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, y su consejero de Transportes, Julián Revenga, se emocionan hablando del metro. Ayer, Leguina se embarró incluso en el cale final (conexión de dos túneles) de la prolongación de la línea 1 (plaza de Castilla-Portazgo).Estas obras se empezaron en junio de 1990 y entraron ayer en su fase final. Su presupuesto supera los 6.200 millones. Leguina anunció que en los primeros meses de 1994 los usuarios del metro podrán llegar a tres nuevas paradas en el barrio de Palomeras (Vallecas): Buenos Aires, Alto del Arenal y avenida de Miguel Hernández. En esta última estación se ha habilitado un gran aparcamiento con dos plantas y capacidad para 900 vehículos.

Alargar dos kilómetros esta línea -que en su parte central atraviesa el centro de la ciudad- por el extremo que da acceso al distrito de Vallecas permitirá que 120.000 personas se beneficien de manera directa de este servicio de transporte público. "Es como ponerle metro a Santander", comentó Leguina, natural de esta ciudad.

4.000 millones el kilómetro

El presidente madrileño aprovechó el acto de ayer para expresar su deseo de continuar ampliando la red de metro y se fijó como objetivo, "para estar al nivel de París y otras grandes ciudades", 25 nuevos kilómetros.

El mapa del metro madrileño cuenta actualmente con 115 paradas y 112 kilómetros. Leguina no se engañó: "El problema es que el kilómetro lineal de metro cuesta 4.000 millones". Ponerle una etiqueta con precio al sueño de Leguina supone 100.000 millones. El presupuesto necesario para prolongar la línea 1 ha sido consignado íntegramente por la Comunidad. La financiación del cierre de la circular línea 6 se reparte en 20.000 millones aportados por el Estado y 40.000 por el Gobierno regional. Leguina resaltó ayer la importancia para el sistema de este segundo proyecto, también en marcha.

El presidente regional quiere más metro, pero puntualizó, en el caso de la posible llegada de este servicio hasta Barajas, que prefiere un tren regional (a modo de los RER parisienses) que cruce Madrid en transversal para completar con ello a los que ya atraviesan el eje Norte-Sur por el túnel de la risa, bajo la Castellana.

Revenga adelantó que el acuerdo con el Ayuntamiento para fijar definitivamente posiciones en el Consorcio Regional de Transportes está ultimado y que posiblemente se firmará la próxima semana. Ahora sólo hay dos obstáculos: que el Ayuntamiento de Madrid no se pueda desvincular cuando quiera, como pretende, y que se comprometa al menos para un plazo de cuatro años.

Mientras estas obras avanzan, la revisión del plan Felipe se mantiene en el plano teórico. Este programa de grandes inversiones para Madrid se firmó en 1990, con José Barrionuevo como ministro de Transportes, y aunque acaba oficialmente el 31 de diciembre de 1993, en muchos de sus aspectos concretos ya está extinguido. El ministerio se ha gastado en Madrid unos 160.000 millones en más carreteras (40.000 anuales), 78.000 en subvencionar los viajes regulados desde el Consorcio Regional de Transportes (EMT, Metro y Cercanías), 50.000 en material y 20.000 en infraestructuras.

Además, se fijaron otros 61.000 millones para inversiones ferroviarias, a razón de 15.250 por ejercicio. En los dos primeros años de Barrionuevo se cubrieron las expectativas. Borrell, en 1992, rebajó la partida a 5.000 millones y en 1993 a 8.000.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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