Sonidos de América

La Sinfónica de Radiotelevisión Española, bajo la dirección del brasileño Isaac Karabtchevsky ha tenido el acierto de dedicar un programa entero a música y músicos de Brasil y Estados Unidos. En la primera parte nos "reencontramos" con el genio de Heltor Villa-Lobos, esa "fuerza musical de América" como le denominaba Alejo Carpentier. En la segunda, junto a un brasileño de nuestro tiempo -Marlos Nobre- escuchamos dos fragmentos de ballet del norteamericano Samuel Barber. Las versiones fueron de gran brillantez y el público aplaudió con insistencia. Queda claro pues que no existe razón para que las obras americanas constituyan excepción en nuestro repertorio sinfónico.A modo de obertura, Karabtchevsky dirigió el preludio de la Bachana brasileira número 4, inicialmente escrita para plano y pronto trasladada a la orquesta. Es un fragmento en el que los dos elementos de la combinación practicada por Villa-Lobos se mezclan y equilibran con lo que la saudade sin perder su queja se instala en las derivaciones de lo barroco.

Se trata, como es conocido, de la versión sinfónica de ocho piezas pianísticas de 1920 (Carnaval das crianças) y en la sustancia, el estilo, la escritura pianística y la original instrumentación constituyen algo sumamen.. te atractivo. Más aún si el solista tiene los medios, la técnica, el vigor rítmico y la calidad sonora. del pianista José Feghali.

Marlos Nobre (Recife, 1939) es figura protagonista en el panorama musical contemporáneo de Brasil. Posee un talento fuera, de lo común y una formación só-, lida y pluridireccional. En todo lo que escribe, la música domina. a los procedimientos, entre sencillos y complejos, y con frecuencia exhibe una temperatura expresiva de incisiva comunicatividad. Es el caso de In memoriam, elegía a su padre, lírica, dramática, serena y exaltada. Página importante, convenció a todos por su incuestionable belleza.

El gran oficio artesanal del estadounidense Samuel Barber (Pensilvanla, 1910-Nueva York, 198 1) unido a la independencia de su estética, cuajaron en algo de inmediato efecto en el ballet Medea, compuesto para Martha Graham. Una suite y los dos fragmentos escuchados ahora (Meditación y Danza de la venganza) habitan cómodamente en los programas de las orquestas europeas y americanas. Karabtchevsky posee, sobre otras, una condición: la pasión -en el gesto, en la intención- capaz de caldear todas sus versiones.