González: "No hay una situación de corrupción grave, pero sí alarma social"

El presidente del Gobierno, Felipe González, considera que "en nuestro país no hay una situación de corrupción grave, pero sí una alarma social grave respecto a esta cuestión". En una entrevista publicada ayer por El Periódico de Cataluña, González sostiene que "la mejor contabilidad de partido, la más rigurosa, la más seria, es la del PSOE"..

El líder socialista afirma que su partido "ha debido soportar un registro totalmente injustificado", a su juicio, en alusión al realizado en su sede nacional por orden del magistrado Marino Barbero, instructor del caso Filesa. "Ahora, tras la aclaración del Tribunal de Cuentas econociendo que obraba en su poder la contabilidad del partido, está claro que el PSOE decía la verdad", arguye.

"La defensa del PSOE, que es un partido democrático, que tiene, por voluntad de los ciudadanos, la mayoría absoluta, es una defensa más difícil que la de cualquier ciudadano. Hagas lo que hagas apareces como culpable", lamenta González.

El secretario general del PSOE señala que "hay dos parlamentarios [socialistas, Carlos Navarro y Josep María Sala] que aún no han sido inculpados y que, para todo el mundo, llevan 19 meses inculpados". "Y me atrevería a pensar", agrega, "que ninguno de los dos va a tener una responsabilidad penal".

"Cazarrecompensas"

Ante las sospechas generalizadas sobre la actitud de muchos socialistas, González replica: "Me parece absolutamente injustificado. Estamos viviendo el fenómeno insólito de trasladar la confrontación política ordinaria que debe darse en el ámbito parlamentario a los juzgados, cosa que me parece una politización de la justicia"."Son algunas fuerzas políticas", añade González en términos acusatorios, "las que practican esto sistemáticarnente, y fundamentalmente lo hacen contra el PSOE. Se ponen al nivel de ciertos cazarrecompensas con intereses, a mi juicio, antidernocráticos". Preguntado acerca de si no admite como posibilidad que algunos socialistas transgredan las leyes, el presidente replica: "Que quien lo diga lo demuestre, atendiendo a los procedimientos del Estado de Derecho".

"Estoy harto", exclama Felipe González, "de esa demagogia de que toda la prensa es buena... Aquí, junto a medios y profesionales honestos que ( ... ) a veces se equivocan, hay medios y profesionales que con una pretendida apariencia de seriedad son absolutamente amarillos".

El presidente del Gobierno considera que "desde el punto de vista de la movilidad funcional o territorial, el mercado de trabajo es demasiado rígido. Nos hace falta una mayor flexibilidad- en esto". González agrega que "todo el mundo quería un reajuste del tipo del que se ha producido" al devaluar la peseta.

A juicio de González, los brotes de racismo se han agudizado porque Europa es una isla de bienestar en un océano de miseria.