Srebrenica recibe con júbilo la llegada del convoy de la ONU

La localidad bosnia de Srebrenica ya no está cerrada a la ayuda humanitaria. Las Naciones Unidas, tras tres intentos frustrados, han logrado superar los últimos obstáculos y romper un cerco de siete meses. Radovan Karadzic, líder de los serbios de Bosnia, ha vuelto a insistir ayer en la existencia de un acuerdo de alto el fuego con Croacia. Para confirmarlo, Sarajevo vivió una jornada de tranquilidad, en la que volvió a funcionar la electricidad y el teléfono.

"¡Gracias a Dios que han llegado!", exclamó ayer una mujer de Srebrenica, con lágrimas en los ojos, al ver la entrada en la ciudad de los primeros camiones blancos de las Naciones Unidas. Miles de personas se echaron a sus calles para celebrar el final del asedio y recibir a los cascos azules como verdaderos libertadores, según informa una periodista de la BBC. Nadie había entrado en Srebrenica desde abril. Las condiciones de sus habitantes, después de una resistencia casi numantina, eran delicadas. Los testigos aseguran que la dieta principal estaba limitada, desde hace semanas, a trigo y avena.Horas antes, el convoy de las Naciones Unidas, compuesto por 22 camiones, había recibido la autorización definitiva para cruzar el puente de Ljubovija. Era la tercera vez que intentaban hacer entrega de alimentos, mantas y medicinas a los habitantes de Srebrenica. Primero fueron los propios milicianos serbios y después sus familiares los que bloquearon por dos veces el paso. Ayer el decorado cambió por completo: al otro lado del río Drina, dos muchachas serbias, ataviadas con trajes tradicionales, recibieron a los cascos azules, ofreciéndoles pan con sal en unos cojines decorados con la bandera serbia.

El jefe local del Partido Democrático Serbio, Miroslav Deronjic, les dio la bienvenida a la "patria Serbia", y dijo: "Habéis podido ver la rabia y el dolor de nuestro pueblo, que lucha por su libertad", en una referencia a las manifestaciones -organizadas- de mujeres y niños serbios que impidieron el paso del convoy.

El paso del convoy de la ONU se ha producido unas horas después de que Radovan Karadzic, el jefe político de los serbios de Bosnia, anunciara a bombo y platillo un acuerdo de alto el fuego, firmado -según él- entre el comandante de las milicias serbias, general Ratko Mladic; el líder de la Guardia Nacional croata, general Janko Bobetko, y el comandante en jefe de las fuerzas de las Naciones Unidas, general Philippe Morillon. Este pacto no incluye al líder de las milicias croatas, Mate Boban, ni a ninguno procedente del sector musulmán.

Informado de que la noticia había sido desmentida por Croacia, Karadzic, replicó: "No sé de qué hablan los croatas", e insistió en su existencia, añadiendo que el alto el fuego entrará en vigor en la medianoche del 29 de noviembre.

Poco después del anuncio del supuesto acuerdo con los croatas, la tranquilidad llegó a la capital de Bosnia, Sarajevo, donde enmudecieron los cañones de artillería,. los morteros y los fusiles de los francotiradores. Este hecho permitió la evacuación hacia Split, con destino final a París, de 17 niños heridos en la guerra y la recuperación, en las zonas del centro, de las líneas telefónicas.

Entretanto, los cascos azules británicos lograron ayer abrir una nueva vía hacia la localidad bosnia de Tuzla, que permitirá la distribución de alimentos y medicinas a más de 700.000 personas que viven en el norte de Bosnia-Herzegovina. La nueva ruta, que parte de Vitez, situada en el centro y que sirve de base a las tropas británicas, utiliza el camino de Kladanj para llegar a Tuzla, evitando los tortuosos caminos de la montaña, con lo que el viaje pasa de 12 a seis horas.

Por otra parte, un. total de 34 barcos mercantes han sido inspeccionados por los, navíos de guerra de la Unión Europea Occidental (UEO) y de la Alianza Atlántica -entre los que se encuentra la fragata Andalucía- que desde el pasado domingo controlan la costa adriática para hacer cumplir el embargo internacional contra Serbia y Montenegro.