El aborto seguirá siendo ilegal en Irlanda
El aborto seguirá prohibido en Irlanda. Eso es lo que parecían indicar las poquísimas urnas abiertas ayer, tras el triple referéndum del miércoles. El recuento de votos para las elecciones generales tenía prioridad sobre el referéndum y el goteo de noticias sobre el aborto era agónicamente lento.
Pero las papeletas escrutadas a primera hora de la noche confirmaban la predicción de los sondeos: sí al derecho de abortar en el extranjero, sí al derecho a recibir información sobre servicios relacionados con el aborto en el extranjero, pero no -aparentemente, un no muy rotundo- a la cuestión sustancial, referida a la legalización del aborto en casos en que la vida de la madre corriera peligro.
Este resultado, de confirmarse, supondría un triunfo para la Campaña Pro-Vida y la Iglesia católica, y un severo revés para el primer ministro, Albert Reynolds. La Campaña Pro-Vida ya consiguió, en el referéndum de hace nueve años, introducir en la Constitución una cláusula que obligaba al Estado a defender por todos los medios la vida del feto, salvo cuando peligrara la vida de la madre.
En el extranjero
Con la aparente aprobación, en este referéndum, de las dos primeras propuestas, los irlandeses matizaron la Octava Enmienda de 1983 y dijeron en realidad que el aborto les parecía legítimo.... siempre que se practicara en el extranjero. La tercera enmienda propuesta por el Gobierno era la importante, porque abría la puerta a una legalización parcial en Irlanda, y ahí los irlandeses dieron el portazo.Pero la consecuencia última del referéndum podría ser la legalización parcial del aborto. El Fianna Fáil elaboró recientemente una ley que desarrollaba la Constitución -tal como estaba redactada hasta la votación del miércoles- en un sentido ampliamente liberal, de acuerdo con la jurisprudencia más reciente del Tribunal Supremo, y amenazó con aplicarla -el Parlamento tiene poderes- si se rechazaba la tercera pregunta del referéndum.
La incorporación al Gobierno del Partido Laborista, partidario de la legalización parcial, reforzaría la idea de legislar sin necesidad de referéndum, según señalaban ayer fuentes cercanas al partido de Dick Spring.
Nuevo referéndum
En otros partidos se indicaba que sería necesario, muy pronto, un nuevo referéndum. Casi todo el mundo estaba de acuerdo en que la triple consulta del miércoles, si el resultado fuera el previsto, no tendría otro efecto que complicar aún más la Constitución, y forzar un debate sobre el asunto.
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