El Ramón y Cajal aparta del servicio a los cuatro supervisores de la comida por no ver unos ratones

La dirección de] Ramón y Caja¡ (popularmente conocido como El Piramidón) decidió ayer apartar del servicio a los cuatro controladores de alimentos del hospital "por no haber revisado adecuadamente, como era su deber, las cajas de huevos en las que aparecieron dos ratones", subraya el gerente de este centro, Diego Caparrós. "La obligación de los controladores, para eso se les paga, es revisar los pedidos y, por tanto, comprobar que la cantidad, estado y precio de la mercancía son los correctos", indicó el gerente. Los ratones estuvieron tres días en una antecámara frigorífica.

"Esas cajas se tenían que haber abierto y revisado todos, y no sólo una, como se hizo", agregó Caparrós. Los ratones llegaron al hospital, según todos los indicios, el pasado día 6, viernes, en un pedido integrado por nueve cajas de huevos. Entre el viernes y el lunes las cajas estuvieron depositadas en una antecámara de los frigoríficos de la cocina.

El sobresalto llegó cuando una auxiliar del servicio llevó al cocinero una de las cajas. "Noté algo raro; estaba como roída". El cocinero, al abrirla, observó un ratón, medio aletargado por el frío, dentro de una de las hueveras. Posteriormente se revisaron las cajas que quedaban en la antecámara y apareció otro. Todas las cajas fueron retiradas para su devolución a la empresa.

Ligereza

Tras el suceso, tres de los cuatro controladores del hospital Ramón y Cajal redactaron ese mismo lunes una nota en la que explicaban al jefe de servicio lo sucedido, y éste, por su lado, informó a la dirección. El contenido de esa nota fue publicado por el diario Abc el día 19. El gerente del Ramón y Cajal no descarta llevar este asunto al juzgado.

Son varias las hipótesis sobre cómo llegaron los ratones al hospital. O estaban dentro de las cajas, versión más verosímil para las empleadas de la cocina, o alguien los introdujo allí. "Existe un campaña de acoso muy fuerte contra esta dirección por parte de un sindicato", sostiene Caparrós. "Además, me sorprende que alguien del hospital haya filtrado a la prensa un escrito en el que se cuestiona, sin ningún fundamento, la higiene del servicio. Es un desgraciado ataque contra la sanidad pública", agrega.

Jorge Sancho, delegado sindical de CC OO, indicó ayer: "Nosotros, como sindicato, no hemos denunciado este asunto ni sabemos quién lo ha hecho, aunque dos de los controladores pertenezcan a CC OO. Es cierto que en un pedido de huevos aparecieron dos ratones, pero en ningún caso implica que la comida no reúna las condiciones de higiene exigibles".

Este periódico intentó ayer, sin éxito, conversar con los controladores. ".Están muy afectados y no desean decir nada", señaló Julián Carcaño, también delegado de CC OO.

Carcaño asegura que el día en que llegó la partida de huevos sólo había un- controlador. "Puede que cometiera alguna ligereza, pero la negligencia' corresponde a la empresa suministradora, Doudes, SA". La empresa ampara su inocencia en que los controladores no pusieron pegas a, la entrada de la mercancía, afirma Caparrós. "Si entra al hospital, la responsabilidad es del hospital", admite el gerente.