Craxi no cede a la oposición en el PSI y aplaza el debate sobre su política

Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano (PSI), reafirmó ayer ante la Asamblea Nacional del partido todas las posiciones controvertidas por el sector que dirige su ex delfín, Claudio Martelli, que ha pedido su dimisión inmediata, y aplazó el debate de su política hasta un congreso que, dijo, "podría ser convocado para abril".Adelantando los argumentos que hoy tratará de defender ante la asamblea, Martelli había dicho ayer que Craxi "está bloqueando al PSI en la posición de un partido conservador". Con ello, precisó, aludía al hecho de que el secretario general, partidario de un sistema electoral mayoritario durante la pasada legislatura, defienda ahora, cuando el PSI y él mismo pasan por un período de debilidad política, el mantenimiento del sistema proporcional y la alianza con la Democracia Cristiana (DC).

"En este Parlamento, no se puede constituir, numérica ni políticamente, una mayoría sin la DC y, por tanto, es perfectamente inútil y absolutamente retórico que se nos reproche el pecado de querer mantener esa relación", respondió Craxi ante la asamblea.

Tras detectar una "notable miopía política" en sus críticos, a los que recordó que el PSI pasó ya por "una renovación que concluyó en escisión, Craxi arremetió contra el Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, con el que Martelli busca una alianza alternativa a la democristiana. El PDS adolece de "una tendencia maniobrera" y de "todos los estigmas de su pasado comunista", según Craxi, que le impulsan hacia una evolución tortuosa.

Ley de financiación

Por lo demás, el secretario del PSI reiteró que hay que mantener la proporcionalidad de la ley electoral con correcciones, y, en relación con el escándalo de la corrupción política, denunció un "uso violento del poder judicial" y pidió una nueva ley de financiación de los partidos políticos.

Frente a las peticiones de su dimisión, se limitó a reiterar que, al asumir la Presidencia del Gobierno, Giuliano Amato "ha asumido también la responsabilidad y la dirección de la política socialista".

La asamblea debería concluir hoy con una votación orientada a definir la relación de fuerzas entre los dos sectores, según ha sugerido el propio Craxi, que, a través de sus hombres afines, ha anunciado también que espera contar con el apoyo de 450 miembros sobre los 650 que integran este organismo del partido. Los votos a favor de Martelli serían en cambio, según las mismas fuentes, 170.

Estas previsiones no sorprenden a los que desde dentro cuestionan el liderazgo del hombre que ha dirigido el PSI durante los últimos 16 años, ya que afirman que la Asamblea Nacional es un órgano que siempre ha funcionado por aclamación, más adecuado para las celebraciones que para dilucidar una polémica interna.