La CE aplaza la decisión sobre el plan de la siderurgia española, que sólo apoya Italia
El Gobierno español fracasó ayer en el intento de que el Consejo de Ministros de Industria comunitario aprobara el plan de reestructuración de la siderurgia integral. Consiguió, no obstante, evitar una decisión negativa y forzó a que el Consejo de Ministros vuelva a abordarla en una próxima reunión el próximo año, ya bajo la nueva presidencia danesa de la CE. Las dos empresas afectadas -Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya- se encuentran mientras tanto con graves de problemas de tesorería que les impiden afrontar con garantías sus planes sociales. El titular de Industria, Claudio Aranzadi, aseguró que el Gobierno instará a los dos accionistas -INI y Patrímonio a que aporten lo que sea necesario".
Las posiciones en el Consejo de Ministros de Industria desde el principio fueron mayoritariamente contrarias a la reconversión de la siderurgia integral, con el sólo voto a favor de Italia. El apoyo de este país, que vivió recientemente un proceso de reconversión parecido con la empresa Ilva, se basó "en razones políticas", según expresó el propio ministro italiano Giuvanni Guarino. El resto de los socios mostró sus divergencias con el plan, pero tres de ellos -Holanda, Reino Unido y Dinamarca- fueron los más beligerantes y exigieron su modificación.La reconversión consiste en la reducción de la capacidad de las dos empresas de 5,6 a 4,5 millones de toneladas, lo que lleva aparejada la desaparición de 9.707 puestos de trabajo. La aprobación de las ayudas públicas a esta reconversión (unos 600.000 millones de pesetas) necesita la autorización del Consejo de Ministros de la CE, que debe tomar la decisión por unanimidad. A falta de ésta, el aplazamiento permitirá al ministro español entablar negociaciones bilaterales con la propia Comisión Europea y con los respectivos países, así como con los sindicatos.
Otros contactos
Aunque Aranzadi aseguró que no va "a defender otro plan diferente", también añadió que "el plan no es sacrosanto" y recordó la posibilidad de que la iniciativa privada entrara a formar parte de la siderurgia integral. Los contactos del ministro con sus homólogos y con el comisario de la Competencia, Leon Brittan, deberán servir para "aumentar la información relativa al plan español". Aranzadi se esforzó en todo momento en desligar el plan español del presentado por la patronal europea Eurofer y apoyado por el comisario de industria, Martin Bangemann.Aranzadi aseguró que no había escuchado ninguna argumentación sólida que justifique una modificación del plan. "En mi opinión", dijo, "las delegaciones que lo rechazan deberán exponer sus criterios y el Consejo de Ministros decidir si propone una modificación y por qué".
Respecto al principal argumento de la Comisión Europea, instando al gobierno español para que reduzca la relación entre capacidad productiva y ayudas, Aranzadi afirmó que "la única regla objetiva para jugar sobre la ratio son los precedentes", refiriéndose a la reestructuración italiana, que recibió el apoyo de la CE con ayudas mucho mayores. "Es difícilmente justificable que se pueda rechazar un plan sin contemplar los precedentes, y yo creo que esto debiera dictar jurisprudencia".
Aranzadi fue especialmente duro con su colega alemán, a quien recordó el apoyo español a la reestructuración naval de los astilleros de los nuevos lánder alemanes del Este. "Nosotros les ayudamos en la reestructuración naval y ahora, sin embargo, ustedes nos niegan el apoyo", le dijo. El ministro español eligió el país más fuerte y más grande para contraatacar, a pesar de que otros países habían sido más drásticos con el plan español. "¿Por qué se trata peor a España que a los países del Este?", preguntó el titular de Industria español.
La Comisión no considera autorizables las ayudas sociales para reducir la plantilla, por cuanto no sirven para cierres de planta tal como contempla la legislación comunitaria. No obstante, el Gobierno está dispuesto y considera legal iniciar los procedimientos de jubilación anticipada. Se dará la paradoja de que la reconversión habrá empezado en uno de sus aspectos más dolorosos, antes de que la propia CE se decida a bendecirla. La reducción de plantilla será efectuada por las empresas en la medida en que reciba las aportaciones suficientes de sus accionistas, INI y Patrimonio.
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