Jugar al clavo
¿Ha jugado usted al clavo cuando era chaval ... ? Donde uno pinchaba el clavo, trazaba una raya y se adueñaba de un trozo de territorio; luego, mientras el clavo se clavase en el suelo, el jugador se seguía adueñando de terrenos.Pues eso es lo que va sucediendo en Vallecas, sin ir más lejos. Una asociación religiosa tiene un colegio con su iglesia correspondiente y una gran finca con grandes áreas verdes, por la que ni siquiera se ha podido abrir una calle proyectada. Después la asociación edificó la parroquia fuera del colegio, con su terreno adjunto y bien vallado. No servía, por lo visto, la capilla del colegio. Ahora, la dicha asociación tira otra vez el clavo en un parque público, frente al colegio y a la parroquia, y lo clava en una plazoletita con sus bancos, su encina, sus abuelos y sus niños... Pretende levantar una ermita de "sólo 30 metros" (los que saben de geometría calculan bastante más).
El Ayuntamiento, que por lo visto juega con ellos, recalifica el terreno y se lo quita a los jubilados, a los niños y demás vecinos del barrio. Curiosamente, en ese parque tuvo su chabola el primer habitante del Cerro del Tío Pío.
La ermita, quieren ponerla a la advocación de la Virgen del Cerro, y dicen los creyentes más antiguos del lugar que nunca ha existido esa imagen ni esa devoción por esos cerros.
Muchos nos tememos que si consiguen clavar la ermita en esa plazoleta vuelvan luego a tirar el clavo y a seguir ganando terreno, mientras a 100 metros de allí sigue en estos momentos un ambulatorio esperando turno de construcción.
¿No se les habrá ocurrido a nuestros hermanos de esa asociación que, abriendo un poco la verja de su gran finca con grandes áreas verdes, pueden construir una hermosa ermita y compartir su terreno con los vecinos del Cerro del Tío Pío?
Mientras tanto, ni como vecinos ni como cristianos debemos permitir que el anuncio del evangelio se apoye sobre ese abuso de poder a base de ir tirando el clavo.-
y los párrocos de María Mediadora, Santo Tomás de Villanueva, San Ambrosio, San Cosme y San Damián, Santa María de Fontarrón, María Reina y Pedro Regalado. .
