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Los vecinos prefieren que la plaza de Oriente se quede como está

Juan Carlos Sanz

La mayor parte de los vecinos que intervinieron ayer en un acto público sobre la reforma de la plaza de Oriente, convocado por Izquierda Unida, expresaron su deseo de que el entorno del Palacio Real se quede como está y rechazaron abiertamente el proyecto del arquitecto Miguel de Oriol.

En el segundo debate público que se celebra en Madrid en torno a la reforma de la plaza de Oriente -el primero se desarrolló el pasado verano en el Círculo de Bellas Artes-, el concejal de Izquierda Unida, Franco González, reiteró la oposición de la coalición a un proyecto "que no reporta ningún beneficio para los ciudadanos; es el Valle de los Caídos del alcalde, José María Álvarez del Manzano". El edil recordó que el pleno del Ayuntamiento había aprobado ayer una partida de 400 millones de pesetas para iniciar las obras.Javier Doz, diputado regional de IU, que también participó en el acto público, acusó al Partido Popular de no tener una idea clara de la ciudad y de la protección del casco hist órico. "Se construyen aparcamientos y túneles en lugar de limitar el tráfico privado en el centro, como se hace en otras ciudades europeas", explicó.

El diputado de IU consideró que el equipo de arqueólogos que ha dirigido los trabajos de excavación en la plaza de Oriente "ha puesto en entredicho su credibilidad" al pedir primero, una prórroga de las prospecciones, y darlas por terminadas, después, cuando sólo se habían ejecutado en un 30%.

El grupo de Izquierda Unida en la asamblea presentará en diciembre una propuesta, en la que espera comprometer al PSOE, para definir la protección del patrimonio histórico del centro y restringir las reformas del Plan General de Urbanismo.

Proyecto de Oriol

Entre las personas que intervinieron en el debate público, tanto la arqueóloga Gernma Blasco como el arquitecto Javier García se opusieron abiertamente al proyecto de Oriol.Los vecinos que tomaron la palabra sucesivamente advirtieron sobre el riesgo de construir aparcamientos o centros comerciales subterráneos en una zona con numerosas corrientes de agua que pueden afectar a la cimentación de los edificios, así como la inseguridad ciudadana que puede generar una gran instalación bajo tierra.

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El titiritero del Retiro, Francisco Porras, vecino de la calle del Arenal, aseguró que los aparcamientos subterráneos que se han construido en torno a esa calle sólo han contribuido a incrementar la congestión del tráfico.

Tan sólo uno de los residentes en la plaza de Oriente, un ingeniero de unos 60 años, defendió abiertamente el proyecto de Oriol: "Si se terminan las obras del Teatro Real habrá que construir también un aparcamiento o sacar de allí el teatro".

Al término del debate se acordó consultar al resto del vecindario sobre la posibilidad de emprender movilizaciones de protesta contra la ejécución del proyecto de Oriol.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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