Rechazadas todas las propuestas populares
El Partido Socialista e Izquierda Unida le pasaron factura ayer al Partido Popular cuando acabó el debate sobre el estado de la región. Todas las propuestas de gobierno planteadas horas antes por Alberto Ruiz Gallardón terminaron en el cesto de los papeles. La mayoría que sustenta al presidente Joaquín Leguina (53 votos ayer) pasó como un rodillo sobre los 47 diputados populares. Ni siquiera les aprobaron, como premio de consolación, una iniciativa para reclamar a la Administración central los 30.000 millones de pesetas que debe a la Comunidad. Ni privatizaciones, ni recorte de consejerías y altos cargos, ni plan de 65.000 millones de ahorro presupuestario. Nada. Por supuesto, tampoco salió del registro de la Asamblea una carta para pedir la dimisión del delegado del Gobierno.Donde sí hubo acuerdo unánime de las tres fuerzas políticas fue en el llamamiento que hicieron a los ciudadanos para que ayuden a terminar con las discriminaciones contra los inmigrantes. Además, los grupos parlamentarios también suscribieron una resolución de IU destinada a poner en marcha "campañas de divulgación contra el racismo y la xenofobia".
Ante el varapalo parlamentario que su frió ayer en la Asamblea, el PP -los Ojos y los oídos del Ayuntamiento dentro de la Comunidad- se opuso a cualquier medida que afectase al gobierno municipal, tanto en el consorcio de transportes como en los programas para el realojamiento de la población marginal o in planes de vivienda. Al menos, en el diario de sesiones de la Asamblea constará que estas propuestas dirigidas al Ayuntamiento, fueron aprobadas por el PSOE e IU.
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