La Guardia Civil detiene al alcalde de Soto
Veintiuna personas -entre ellas los alcaldes de Soto del Real, Miraflores de la Sierra y Manzanares el Real y cinco policías municipales- fueron detenidos ayer por impedir las obras en la finca comprada por el Ministerio de Justicia para construir una cárcel. Los agentes antidisturbios de la Guardia Civil dispersaron, a porrazos, al medio centenar de personas congregadas en la protesta. Un guardia rompió la vara de mando del alcalde de Soto.
La protesta acabó con carga violenta. A las 16.30 de ayer, medio centenar de personas estaban concentradas ante el acceso a la finca adquirida por Justicia en Soto del Real para levantar la cárcel a la que se opone la comarca. El grupo estaba encabezado por el alcalde de Soto, Eladio Navarro, del CDS. Le acompañaban otros siete primeros ediles -ninguno del PSOE- de municipios de la comarca. Ocho de sus policías locales les daban escolta.Desde primera hora de la mañana impedían el acceso al terreno, precintado por orden municipal. La Guardia Civil intentó un primer desalojo a las dos de la tarde. Los alcaldes, atricherados entre la puerta de la finca y tres coches de las policías locales, no obedecieron. En el grupo, se comentaban las gestas de colegas antiguos. Sólo se moverían si llegaba una orden judicial.
"Es un atropello"
Pero quien llegó fue la Guardia Civil con refuerzos: una veintena de coches transportaban a más de medio centenar de agentes, incluidos antidisturbios con escudos y bombardas para botes de humo. A las 16.45, el comandante ordenó el desalojo por megafonía.El alcalde de Soto, bastón de mando en mano, replicó defendiendo la legalidad de la protesta. "Ruego a las fuerzas de seguridad que se marchen", dijo. Tras un tira y afloja dialéctico -los munícipes insistían en la necesidad de orden judicial para liberar la entrada-, los guardias recibieron orden de actuar. Primero, algunos botes de humo para disuadir; luego, empujones y porrazos.
El periodista Manuel Angel García, de la emisora Oncla Sierra, fue el primer detenido. Según los agentes, les había golpeado, pero otros informadores no vieron tal agresión. Después lo fueron los cuatro policías locales de Soto, que protegían al alcalde.
A empujones, el regidor Navarro fue llevado hasta un furgón. Un guardia civil le arrebató el bastón de mando, que él no quería soltar, y se lo rompió en dos. "Esto es un atropello", musitaba el regidor. Y después gritó: "Angelita, cuídame a la Dori".
En el furgón le acompañaban el alcalde de Miraflores, José Miguel Lorente (del PP), y el de Marizanares el Real, José Manuel Ruiz (independiente), así como otros miembros de las corporaciones de la comarca. Los agentes obedecieron al delegado del Gobierno, Segismundo Crespo.
A él se habían dirigido, por la mañana, tanto el representante del ministerio de Justicia, a quien se impedía el acceso a la finca, como los alcaldes de la comarca. Todos le solicitaban el uso de la fuerza con fines opuestos.
Los detenidos quedaron en libertad poco antes de la once de la noche, después de prestar declaración en la comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos. Alberto Ruiz Gallardón, portavoz del PP en la Asamblea, los asesoró legalmente durante el interrogatorio.
La Delegación del Gobierno anunció anoche que la detención se había prolongado más tiempo del debido porque los detenidos quisieron esperar la llegada del letrado Ruiz Gallardón.
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