El presidente yugoslavo amenaza con enviar el Ejército a Bosnia
ENVIADO ESPECIAL El presidente de la Federación Yugoslava serbio-montenegrina, Dobrica Cosic, amenazó ayer con el envío de] Ejército yugoslavo para "defender a la población serbia" en Herzegovina oriental (sur de Bosnia) de la amenaza provocada, según aseguró en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Butros Gali, por una ofensiva de las fuerzas croatas. La carta de Cosic confirma las graves dificultades militares de las fuerzas serbias en el frente de Mostar-Nevesinje, donde han perdido 30 hombres en tres días.
La amenaza de Cosic refuerza, además, los indicios de que el presidente yugoslavo se aleja rápidamente de. las posiciones de su transitorio aliado, el primer ministro yugoslavo, Milan Panic, que quería reintegrar a Yugoslavia en el concierto internacional abogando por el respeto incondicional de las fronteras existentes.Cosic afirma en su carta que 16 brigadas del Ejército regular croata llevan a cabo desde hace cuatro días una ofensiva general en Herzegovina oriental. "El Ejército croata está cometiendo crímenes de carácter genocida contra la población civil serbia desarmada", escribe el presidente yugoslavo, y reprocha a la comunidad internacional de presionar únicamente a los serbios, "cuando Croacia y los musulmanes participan totalmente en esta guerra interétnica y religiosa".
Los combates en la región de Herzegovina oriental y en el norte de Bosnia remitieron ayer durante unas horas después de la entrada en vigor del alto el fuego decretado por las tres fuerzas' contendientes -serbias, musulmanas y croatas- y Saravejo sólo fue bombardeada esporádicamente desde las posiciones serbias.
En la región de Travnik, en el centro de la república, se intensificaron los ataques, y Bihac, en el noroeste, sufrió un duro castigo artillero. La ciudad croata de Zupanja volvió a ser bombardeada como el miércoles por la artillería serbia. Las tres partes se acusaron mutuamente de las violaciones del alto el fuego.
El drástico empeoramiento climático, con intensas lluvias en gran parte de Bosnia-Herzegovina, y la necesidad de las tropas de reagruparse después de los duros combates en diversos frentes en pasados días, pueden haber sido más determinantes para la leve remisión de la actividad bélica en algunas zonas que el acuerdo de alto el fuego, según coinciden en Zagreb fuentes croatas y bosnias. Éstas últimas no comparten el optimismo forzado que transmiten los portavoces de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor). Un portavoz de la ONU había llegado a asegurar ayer que el alto el fuego "abre esperanzas para un acuerdo, dada la buena voluntad que se ha demostrado en Ginebra", en referencia a las negociaciones de paz en la ciudad suiza.
El último resultado de la negociación de Ginebra había sido tan sólo una oferta de alto el fuego del líder serbio Radovan Karadzic en las condiciones expuestas repetidamente por él, es decir a cambio de la aceptación por bosnios y croatas de los frentes establecidos y, por tanto, de las conquistas territoriales de las fuerzas irregulares serbias, así como de los cercos impuestos por éstas, a ciudades bosnias. La propuesta fue rechazada de inmediato por el presidente bosnio, Alia Izetbegovic.
Oficiales de las ONU en Sarajevo advertían con más cautela que habrá que esperar días a ver si este sorprendente acuerdo cuaja. El hecho de que partes de Sarajevo fueran bombardeadas es una prueba de que las violaciones no se deben tan sólo a la falta de comunicación y coordinación de las fuerzas con sus mandos. Las baterías en tomo a la capital están perfectamente coordinadas con el cuartel del alto mando serbio dirigido por Karadzic.
Al menos doce autobuses de refugiados procedentes de Sarajevo y de la también asediada ciudad de Tuzla llegaron ayer a la frontera de Bosnia occidental con Croacia, cerca de Imotski.
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