Las mujeres podrá ordenarse sacerdotes tras una decisión histórica de la Iglesía Anglicana

Lágrimas. Lágrimas en los ojos del vencedores y vencidos. El Sínodo de la Iglesia Anglicana asumió con extraordinaria emoción su paso más trascendental desde que, en el siglo XVI, Enrique VIII rompió con el Vaticano: las mujeres tienen acceso, desde ayer, al sacerdocio. Los 563 miembros del Sínodo aprobaron por un estrechísimo margen de cinco votos una histórica reforma cuyo paladín fue el propio arzobispo de Canterbury, George Carey, líder espiritual de la iglesia. Empieza ahora una dificil época para los anglicanos, con la sombra de una escisión planeando sobre las diócesis.

El voto se realizó en calma, tras una breve oración. De las tres cámaras que componen el Sínodo, la de los obispos arrojó 39 votos a favor y 13 en contra; la de la Clerecía, 176 votos a favor y 74 en contra; la de los Laicos, la decisiva, otorgó 169 votos a favor de la reforma y 82 en contra. Ahí estaban los dos tercios más uno -más cinco, resultó- de los votos necesarios para el sacerdocio femenino. Como se esperaba, la decisión dependió de un par de personas entre más de medio millar. La multitud que se agolpaba a las puertas de la Church House, en Westminster, rompió a llorar, gritar y cantar. Dentro del recinto, la enorme emoción fue contenida a duras penas.La hipótesis de la escisión es lo que más preocupa ahora a la jerarquía anglicana. Se da por seguro que miles de sacerdotes y fieles, opuestos a la ordenación femenina, abandonarán la iglesia, y para suavizar el trance se aprobó ayer mismo, inmediatamente después de conocerse el sí a la reforma, un paquete de medidas financieras para indemnizar a quienes se vayan por motivos de conciencia.

Cada 100 sacerdotes que renuncien recibirán una compensación económica de casi 2.000 millones de pesetas, condicionadas de forma implícita a que se integren en otras iglesias o practiquen su religión de forma estrictamente personal, sin favorecer el temido cisma.

La escisión puede producirse, sin embargo, de forma extraoficial debido al método de implantación de la reforma. Cada diócesis y cada parroquia podrán decidir si aceptan o no mujeres sacerdotes. De esta forma, se creará en la práctica una división real- entre las iglesias donde oficien mujeres y las iglesias donde la eucaristía sigo siendo cosa de hombres.

Peligro de cisma

Los partidarios de la ordenación femenina señalaban ayer que la reforma no debilitará la estructura jerárquica anglicana. Será muy triste si, como se dice, 1.000 sacerdotes se van, pero hay más de 1.000 buenas mujeres esperando ocupar sus puestos", dijoJoy Carrol, diácono femenino en Southwark.La ordenación de las proximadamente 1.300 mujeres diáconos cualificadas ya para el sacerdocio no será inmediata. Hace falta el protocolario visto bueno de la reina Isabel II, máxima dirigente de la Iglesia Anglicana, y la ratificación parlamentaria de la reforma.

El Parlamento de Westminster ostenta, desde la ruptura con los papas hace cuatro siglos, la tutela terrenal de la iglesia nacional británica. Varios miembros del Sínodo son parlamentarios, e incluso hay un ministro, el de Agricultura, John Gummer. La Cámara de los Comunes y la de los Lores no deben poner objeciones a la decisión del Sínodo, y se cree que hacia la primavera de 1994, podrían celebrarse las primeras ordenaciones. De momento, ya está avanzada la preparación de los ropajes que vestirán las sacerdotisas. La diseñadora Juliet Hemingway, que ya se encargó del vestuario en la entronización de George Carey como arzobispo de Canterbury, ha presentado en The Times sus ideas para la colección de estas prendas, incluso ha pensado en los modelos para embarazadas. Ha calculado en unas 200.000 pesetas el desembolso para hacerse con uno de estos "uniformes" básicos.

El proceso hasta la decisión de ayer fue largo y dificil. A finales del siglo pasado, las sufraguistas británicas lanzaron la primera campaña a favor de la ordenación de las mujeres. Durante este siglo, iglesias emparentadas con la Anglicana, como la Iglesia de Irlanda y la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos, aprobaron paulatinamente la igualdad de sexos en la jerarquía, creando importantes . precedentes. En las cuatro últimas décadas, hubo esporádicas ordenaciones femeninas en la Iglesia Anglicana, especialmente en las antiguas colonias británicas, consideradas nulas por la jerarquía.

El portavoz del Vaticano Joaquín Navarro Valls, dijo ayer que esta decisión "constituye un nuevo y grave obstáculo para el proceso de reconciliación con la Iglesia Católica", informa Peru Egurbide. "El problema de la admisión de las mujeres al sacerdocio afecta la naturaleza misma del sacramento del orden", añadió el portavoz vaticano, que informó que así se había manifestado en diversas ocasiones en intercambios de cartas entre los responsables de ambas Iglesias.