_
_
_
_
_

La manifestación unitaria de hoy en Berlín contra el racismo, amenazada por los extremos

Tras una semana en la que la violencia neonazi ha alcanzado nuevas cotas, Alemania se preparaba ayer para un fin de semana agitado en la ambigua fecha que conmemora el infausto asalto de 1938 contra los judíos y la jubilosa caída del muro de Berlín de 1989. La gran manifestación contra el racismo y la xenofobia que, bajo el lema La dignidad del hombre es intocable, se celebrará hoy en la capital, y a la que se espera la asistencia de cerca de cien mil personas, se ve amenazada desde los dos extremos políticos. Como preludio a la concentración de hoy, 40.000 personas en Stuttgart y 20.000 en Hannover se manifestaron el sábado. También hubo demostraciones contra el racismo en Dachau, Kassel, Mannheim y Darmstadt.

La izquierda radical berlinesa amenaza con impedir que "los políticos hipócritas se sumen a la manifestación" convocada para hoy en Berlín. Por su parte, grupos neonazis, desafiando abiertamente la prohibición oficial, se congregaron ayer en Francfort del Oder para un acto de carácter revanchista.La manifestación de hoy en Berlín pondrá en evidencia la capacidad de convocatoria de la clase política alemana, que, pese a la ausencia de la Unión Cristiano Social (CSU) de Baviera, ha anunciado en pleno su asistencia. El lema escogido, que no es otro que la primera frase del artículo primero de la Ley Fundamental, que dice "La dignidad humana es intocable, y la obligación de todos los poderes del Estado es respetarla y protegerla", y la fecha, que, aunque sea con un día de adelanto para hacerla coincidir con un domingo, es el aniversario de aquella terrible jornada de 1938 que pasó a la historia con el nombre de Kristallnacht (la noche de los cristales rotos) y también de la caída del muro de Berlín, muestran a las claras la solemnidad que le han querido dar los organizadores: partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, clubes deportivos y una gran lista de instituciones representativas de un anchísimo espectro de la sociedad alemana.

La manifestación confluirá en el antiguo centro histórico de la ciudad, frente al Altes Museum, donde se ha instalado la tribuna desde la que el único orador, el presidente federal, Richard von Weizsäcker se dirigirá a los congregados.

El canciller Helmut Kohl, la mayoría de los miembros de su Gobierno -con la excepción de los hermanos socialcristianos bávaros- y los presidentes de 13 de los 16 länder estarán junto al presidente alemán.

El bávaro Max Streibl ha calificado la manifestación de "una reunión para mirar escaparates organizada por la izquierda populista", mientras que los otros dos presidentes regionales ausentes se hallan fuera de Alemania. La oposición socialdemócrata, Los Verdes, líderes sindicales, artistas, intelectuales y numerosos empresarios también han anunciado su presencia.

Protección policial

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La policía de Berlín dijo no tener información sobre grupos extremistas que se hubieran organizado para interferir en la manifestación y anunció la presencia (le 2.000 efectivos para "flanquear a los manifestantes e impedir posibles emboscadas por grupos ultraderechistas".No parece, sin embargo, que los cada vez más numerosos grupos neonazis se dejen ver hoy por Berlín: no es su estilo dar la cara cuando están en minoría. Más posible es la presencia de la izquierda radical berlinesa.

Los extremistas de derechas, por su parte, se concentraron ayer en la ciudad de Francfort del Oder, fronteriza con Polonia, pese a la prohibición explícita de la policía. El partido Alternativa Alemana (DA), uno de los más activos del movimiento neonazi, que según la policía está entrenando a comandos de acción en el uso de explosivos y armas automáticas, había pedido permiso para manifestarse hoy en esta ciudad "para conmemorar el aniversario de la revolución pacífica de Alemania central", una forma de considerar que Silesia, Pomerania y Prusia oriental siguen siendo alemanas.

Las autoridades prohibieron la manifestación con la excusa de que "podía degenerar en violencia a causa de una contramanifestación organizada por sindicalistas". Sin embargo, el Ministerio del Interior de Brandeburgo anunció ayer que a media tarde centenares de skinheads y neonazis uniformados estaban llegando a Francfort del Oder, y que la policía local había sido reforzada con fuerzas de élite de la Bundesgrenzschtz. Una veintena de neonazis fueron detenidos.

Por parte de la izquierda radical, la referencia a los "hipócritas" se dirige especialmente al canciller Kohl y su Gobierno, que pide el cambio del derecho de asilo, cuya generosidad ha provocado, en lo que va de año, la llegada de 400.00 refugiados, hecho al que Kohl atribuye la violencia neonazi.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_