Una herida abierta en el Danubio azul
La construcción de una presa en territorio eslovaco puede convertir el cauce del río en un desierto
El caudaloso río Danubio, el más largo de Europa, cuya belleza natural fue por siglos objeto de composiciones musicales, ha quedado reducido a una corriente de agua angosta y triste que corre en medio de un paisaje lunar donde continuamente hay tormentas de arena.La herida brutal al Danubio azul en su tramo de la frontera de Eslovaquia y Hungría hace peligrar ciertas especies de flora y fauna en peligro de extinción que viven en uno de los últimos deltas de agua dulce del continente. Allí está a punto de terminarse la construcción de la central hidroeléctrica de Gabcikovo, en territorio eslovaco, una gigantesca mole de cemento y hierros oxidados que funcionará próximamente.Hace 10 días, pese a las protestas internacionales, Eslovaquia detuvo el cauce del río y desvió sus aguas a un canal para generar electricidad lo más rápido posible. Para Eslovaquia significa la posibilidad de recuperar una inversión de medio billón de dólares, acordada con Hungría en 1977, cuando ambos países estaban bajo el sistema comunista. Pero para Hungría, que abandonó el proyecto hace tres años, Gabcikovo es un símbolo de la "monumental arrogancia de los ex planificadores comunistas" y advierte que la desviación del curso del Danubio amenaza con destruir la mayor reserva de agua subterránea de Centroeuropa, que abastece a un millón y medio de personas, tanto en Eslovaquia como en Hungría.Gabcikovo podría ser el detonante que prenda la mecha en un conflicto fronterizo entre Hungría y Eslovaquia, que se independizará de los checos el 1 de enero próximo. En Eslovaquia viven 600.000 personas de la minoría húngara, en las riberas del Danubio, y sus líderes políticos han denunciado un aumento de las hostilidades por parte de nacionalistas eslovacos.En el pueblo húngaro de Rafta, ubicado en una zona agrícola en la ribera del Danubio, los campesinos mostraron ayer sus pozos de agua subterránea totalmente secos. Son las primeras consecuencias del desastre ecológico, que pone en peligro sus cultivos y amenaza con convertir la zona en un inmenso erial.
Los pescadores ribereños también han revelado que en los últimos días habían encontrado cientos de peces muertos en las orillas del tramo del Danubio, que ahora tiene sólo un 20% del volumen de agua original.
El delta del Danubio, una red de riachuelos y pantanos rodeados de bosques, era hace 10 años un parque natural destinado al recreo de checoslovacos y húngaros. Alexander Zinker, de la WWS, advirtió que "la maravillosa abundancia de especies animales y vegetales ya está en vías de extinción".
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