El posible pacto con el partido socialista tras las elecciones parte en dos a Izquierda Unida
Las diferencias entre los dos sectores de Izquierda Unida respecto a las relaciones que pueden tener con el PSOE tras las próximas elecciones se pusieron ayer de manifiesto después de sendas intervenciones del coordinador general, Julio Anguita, y del portavoz parlamentario, Nicolás Sartorius, en una reunión de la presidencia. Ambos líderes coincidieron en que actualmente es imposible la colaboración con el PSOE. La diferencia está en que Anguita considera "metafísicamente imposible" un cambio en el presidente del Gobierno, Felipe González, en tanto que Sartorius confía en que un crecimiento electoral de Izquierda Unida obligará al PSOE a dar un giro a la izquierda.
Además de las diferencias estratégicas, de manera sorprendente Julio Anguita propuso al final de la reunión que el próximo Consejo Político Federal del sábado "desautorice a aquellos que han vulnerado los acuerdos de ese consejo", en referencia a Sartorius y los otros cuatro diputados que votaron en el Congreso a favor del Tratado de Maastricht cuando dicho órgano de dirección aprobó la abstención.Sartorius y los miembros de la corriente Nueva Izquierda pensaron al final de la sesión de la mañana de ayer que el asunto de Maastricht estaba zanjado. No fue así, ya que en la sesión de la tarde el diputado Antonio Romero propuso una resolución -elaborada por Anguita, según fuentes de los renovadores- por la que recomendaba al Consejo Político Federal del próximo sábado que desautorice a los diputados que incumplieron sus acuerdos. El propio Julio Anguita lo explicó en el sentido de que "era imposible obviar esa vulneración, por lo que el consejo, lógicamente, "no va a felicitar a quienes incumplieron sus acuerdos".
El punto central de la primera parte de la reunión fue la situación política y económica, teniendo siempre como referencia al Gobierno. Sartorius convino con la mayoría en que actualmente es imposible hablar de pactos con el PSOE. Ahora bien, su tesis fue la de que lzquierda Unida no puede cerrarse en banda a una hipotética colaboración de futuro.
Según su análisis, si Izquierda Unida registra un crecimiento electoral importante, el PSOE se verá obligado a realizar una política más a la izquierda.
"Metafísicamente imposible"
Por el contrario, Julio Anguita, juzgó "metafísicamente imposible un cambio en Felipe González", por lo que consideró ociosa la hipótesis de trabajar con un planteamiento de colaboración con los socialistas.El líder de IU tomó como referencia la intervención del presidente del Gobierno del pasado 25 de octubre en la plaza de toros de Las Ventas, de Madrid. Anguita tuvo claro el mensaje, que es advertir a los socialistas que no le obligaran a cambiar de política, porque en ese supuesto González no "tiraría del carro del PSOE".
Este asunto será el que divida a los dos sectores de Izquierda Unida hasta las próximas elecciones. Un primer debate sobre esta materia tendrá lugar el próximo sábado en el Consejo Político Federal de IU, dado que la reunión de ayer fue una preparación de la del máximo órgano de dirección de esa fuerza política.
La falta de acuerdo sobre la regulación de las corrientes hizo que ayer el documento presentado a este respecto por el responsable de organización, Mariano Santiso, no vaya a ser sometido a votación el próximo sábado, sino que tan sólo se considerará como un documento de trabajo a la espera de que haya acuerdos.
Miembros de la corriente Nueva Izquierda, que representa un 40% en los órganos de dirección de IU, expusieron ayer sus objeciones al documento por su pretensión excesiva de control. Según este documento, las corrientes no podrán tener financiación ni tampoco sede propia y no podrán utilizar el emblema de Izquierda Unida cuando elaboren documentos.
Sí hubo acuerdo, sin embargo, en el futuro que toda Izquierda Unida quiere para su grupo parlamentario europeo. El ingreso inminente del Partido Democrático de la Izquierda italiano en la Internacional Socialista y sus representantes europeos en el grupo parlamentario socialista ha dejado diezmado al grupo de la Izquierda Unitaria Europea en el que convivían italianos, griegos, irlandeses y los cuatro eurodiputados de Izquierda Unida.
Los eurodiputados de IU se quedarán en el mismo grupo junto a dos italianos, un griego y un irlandés, dado que rechazan su alineamiento con el grupo comunista ortodoxo formado por franceses y portugueses. La declaración presentada por el responsable de política exterior de IU, Carlos Carnero, fue aprobado por unanimidad.
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