Corrientes de aire fresco

Deixeu el balcó obert...

Sala Catalunya de la Fundación La Caixa. Paseo de Gracia, 2. Barcelona. Hasta el 8 de noviembre.

Ésta podría ser la historia de una exposición casi malograda, puesto que su proyecto original contemplaba una itinerancia por diversos centros de Estados Unidos, hace ya de ello dos años -y cancelada por reajustes económicos-, lo cual otorgaba el auténtico sentido a una muestra cuya selección de artistas se concibe en España.Con un título de remisiones lorquianas -Sí muero, deja el balcón abierto-, quizás un tanto retórico, la comisaria de la muestra se ha propuesto dos empeños altamente loables y que se presentan bastante explícitos ya en el propio subtítulo -La fotografía en el arte contemporáneo español-, relacionando y cuestionando el papel de la fotografía más allá de su especificidad tradicional, junto con el cuestionamiento también de lo que podríamos llamar lo español en el arte. Quizá lo único que sorprende de semejante toma de posiciones -que compartimos casi sin reservas- es que en España tenga que estar suscitada por un experto ajeno al contexto en el cual se están realizando las obras, y que, además, se haya producido tan tarde, cuando se trata de elementos que están en el debate artístico internacional desde hace ya unos cuantos años.

Con la división distanciada que se tiene desde el exterior, y en su calidad de conocedora de la fotografía realizada en España, Trudy Wilner Stack, conservadora del Center of Creative Photography de la Universidad de Arizona, ha propuesto una exposición en la que se ponen de relieve los principales recursos que la fotografía española presenta por lo que se refiere básicamente al desmantelamiento de las acepciones tradicionales en el medio, a través de las obras de varios de los más representativos artistas que utilizan la fotografía como medio, algunos, y fotógrafos, directamente, otros: Manel Esclusa, Joan Fontcuberta, Jordi Guillumet, Ouka Lele, Luis Pérez-Mínguez / Antoril Socías, Jorge Ribalta, Mabel Palacín / Marc Viaplana y Javier Vallhonrat. Como en toda exposición de grupo, el concepto que fundamenta la selección no siempre se manifiesta de una forma clara y coherente, puesto que a menudo suelen primar las individualidades por encima de los presupuestos teóricos globales. De todos modos, ésta es una exposición que muestra claramente algunos de los resortes esenciales de lo que en otros lugares ha sido dado en llamar la fotografía construida, además de introducir ese aspecto que ha sido fundamental en la discusión de la posmodernidad: la fotografía no como un fin en sí misma, no como un ámbito específico y reducido a los especializados, sino como un medio empleado por numerosos artistas de toda índole.