Un experto de EE UU relaciona las muertes del 'caso Ardystil' con dióxido de nitrógeno
El doctor en Salud Laboral de la Universidad de Massachusetts-Lowell (EE UU), Rafael Moure-Eraso, que imparte estos días un curso en Madrid, apunta que una contaminación con dióxido de nitrógeno puede explicar las muertes de los cinco trabajadores del caso Ardystil. "Es la única exposición laboral que se refiere exclusivamente a la bronquiolitis obliterante", el diagnóstico exacto que le facilitaron desde el hospital de Alicante. Bayer, la empresa fabricante de los productos usados para aerografía, sostiene que "se hizo uso de estos para un proceso no recomendado".
El número de trabajadores con afecciones pulmonares se elevaba ayer a 63 -nueve más que la semana pasada-, de los cuales seis se encuentran hospitalizados. Se da la circunstancia de que uno de los nuevos casos afecta a un operario del estampado textil, y no de aerografía como el resto.La muerte del quinto trabajador de empresas de aerografiado, el pasado 19 de octubre, sorprendió a Rafael Moure, profesor de Salud Laboral y consultor de la escuela de salud pública John Hopkins, volando a Madrid para impartir un curso en la Escuela Nacional de Sanidad. La información que recibió de los propios neumólogos de Alicante al interesarse por el caso habla de una afección pulmonar llamada bronquiolitis obliterante que produjo una neumonía de la que han fallecido hasta ahora cinco afectados.
El tóxico en este caso es el gas dióxido de nitrógeno, y suele afectar, según Moure-Eraso, a personas que trabajan en manufacturas de ácido nítrico o soldaduras con sistemas de gas Rafael Moure-Eraso inerte. "Habría que preguntarse si hay posibilidades de que hubiera dióxido de nitrógeno en la aerografía textil", cuestiona el profesor. "En principio podría estar como un contaminante. Tengo entendido que existe un propulsor de tinta en el textil, y sería interesante saber si es nitrógeno o si se utilizó aire comprimido", responde.
Neblinas de tinta
Moure subraya, sin embargo: "Se conocen poquísimos, si no ningún caso, de muerte por esta intoxicación como los que estamos viendo aquí, y la única explicación que se me ocurre es que hayan estado sometidos a exposiciones masivas". Masivas han sido también, a su juicio, las exposiciones de los trabajadores de Alcoy a las neblinas de tinta (soluciones líquidas en el aire que se producen en el proceso de aerografiado) en recintos cerrados y largas jornadas."La precaución normal en una industria, y no se trata de un lujo, es realizar esta operación en cabinas metálicas donde el aire se renueva continuamente para evitar que la neblina llegue al aparato respiratorio. Se argumenta el uso de máscaras, pero esto nunca es una solución permanente. Están diseñadas para emergencias o para su uso mientras se construyen los controles de seguridad". Con estos antecedentes, Moure no duda en afirmar que "estos trabajadores están en un grupo de alto riesgo para contraer cáncer".
La lista de productos utilizados se han definido como irritantes, "pero su consecuencia más importante en toxicología es el cáncer ocupacional. Mi preocupación sería el riesgo extraordinario que van a tener al rededor de 200 trabajadores en el futuro por la exposición a la tinta". "Me pregunto", continúa Moure-Eraso, "si la Bayer hizo las advertencias, y en caso afirmativo, qué hicieron con ellas los empresarios textiles".
Miguel Martín, responsable de relaciones exteriores de Bayer, fabricante de cuatro de los productos utilizados en las empresas afectadas, asegura que el material, que se vende a través de mayoristas, cumple con todos los requisitos de la CE. "Nosotros nunca vendemos estos productos para aerografía, sino para estampación textil", afirma, por lo que concluye que "se hizo un mal uso de productos para un proceso que nosotros nunca recomendamos". En mayo pasado, dos técnicos de Bayer comprobaron este uso erróneo in situ tras la petición de ayuda de un empresario alicantino. "En aquel momento se lo comunicamos a la Generalitat", indica Martín.
Moure-Eraso considera el caso Ardystil "muy trágico y único por las circunstancias de la industria misma: parte de una economía sumergida donde no existe forma de comprobar si las normas de seguridad se están cumpliendo. Y si vamos a hablar de salud laboral es dificil hacer cumplir las normas en ausencia de una ley, como pasa en España".
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