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EL 'SÍ' ESPAÑOL A MAASTRICHT

Duro ataque del PNV al "nacionalismo que mata"

, El Grupo Vasco, a través de su portavoz, Iñaki Anasagasti, aprovechó la presencia en el pleno del Congreso de los tres diputados de Herri Batasuna para hablar del "hecho nacional en la construcción europea", lanzando un despiadado ataque contra "los nacionalismos exacerbados, sean de Estado o de esos nacionalismos que no condenan la violencia, o de esos nacionalismos que matan por conseguir sus objetivos, o de nacionalidad sin Estado, o de esos nacionalismos fanatizados y minoritarios que dicen representar a todo un pueblo cuando lo único que hacen es ensuciar su nombre".

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Jon Idígoras, Itziar Aizpurúa y Rafael Diez acudieron ayer al pleno de la Cámara e Idígoras subió a la tribuna para defender el no a Maastricht y el derecho de autodeterminación "para decidir nuestra relación con el Estado español y con el resto de Europa.Anasagasti, en nombre del PNV, defendió el sí al tratado de la Unión Europea con una larga incursión sobre el concepto de nacionalismo, pese a reconocer que el tratado no da solución a ese problema.

Anasagasti, tras recordar lo que a su juicio son carencias del tratado, aseguró que "el Grupo Vasco, aún a sabiendas de la insuficiencia del texto presentado, votará afirmativamente a este proyecto porque considera que esta puerta abierta a lo que un día puede ser una Europa federal, es el camino correcto, y no la negación a una posibilidad que teniendo muchos ene migos contra ella, no es el caso de primar lo negativo sobre una esperanza".

Joseba Azkarraga, en nombre de Eusko Alkartasuna y Euskal Ezkerra, retomó la referencia que hace 15 días formulase el presidente del Gobierno, Felipe González, sobre su repugnancia intelectual hacia los nacionalismos exacerbados y acusó a González de jugar "con el equívoco de confundir en el mismo término nacionalismo en sentido legítimo ( ... ) con la actitud impositiva y agresora" de otros planteamientos más radicales.

Azkarraga concluyó que daban "un sí lleno de renuncias a un tratado que el nacionalismo exacerbado de los representantes de los Estados apenas ha podido sacar adelante, a pesar de habérselo comido y guisado ellos solitos, sin consultar a sus ciudadanos".

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José Ramón Caso, portavoz del Centro Democrático y Social (CDS) se sumó al voto afirmativo y explicó que lo hacían por haberse despejado las tres dudas fundamentales que su grupo tenía sobre el tratado: "Se han dado pasos para salvar el déficit democrático que preocupaba al CDS; el Gobierno español se ha comprometido a un desarrollo íntegro del tratado, especialmente en cuestiones de política social, y el clima de acercamiento a los sindicatos permite algunos avances en lo que el CDS entiende como una exigencia de rectificación de la política económica para garantizar la convergencia de España con Europa".

Tráfico de drogas

Caso destacó lo que a su juicio son aspectos positivos del tratado, como por ejemplo la cooperación judicial y policial en asuntos tan fundamentales como el tráfico de drogas, el terrorismo o la inmigración clandestina.

Los miembros del Grupo Mixto que intervinieron en el debate: Salvador Pérez Bueno, en nombre de los andalucistas; Joan Oliver, por Unión Valenciana; Arantxa Mendizábal, de Euskadiko Ezkerra; José María Mur, del Partido Aragonés, y Luis Mardones, de las Agrupaciones Independientes de Canarias, explicaron su voto favorable aunque, en general, resaltaron la insatisfacción que les produce determinados aspectos del tratado.

Mardones fue el más explícito a la hora de mostrar su satisfacción porque el tratado hace referencia expresa a la insularidad de Canarias y recoge de manera particularizada algunos aspectos que se derivan de esta situación geográfica.

La cara del 'no'

Los tres diputados de Herri Batasuna, Jon Idígoras, Itzíar Aizpurúa y Rafael Díez, que no habían acudido al Congreso desde el 11 de septiembre de 1990 cuando se trató de la guerra del Golfo, ocuparon ayer sus escaños. Entraron en el hemiciclo sobre las 10.50 horas y se produjo un corto pero perceptible abucheo.Cuando llegó su turno (un par de minutos, como correspondía en esta ocasión a cada miembro del Grupo Mixto en el que se integran), Idígoras subió a la tribuna, ataviado con un jersey, y leyó un folio, con un saludo inicial en euskera para asegurar que la ratificación del Tratado de Maastricht evidencia "el divorcio existente entre este Parlamento y lo que se vive en la calle".

Explicó el que no se haya celebrado un referéndum "por el temor a otro rechazo por parte del pueblo vasco y de otros del Estado español".

Aseguró que las consecuencias del tratado serán "paro, desmantelamiento industrial, desaparición de flotas pesqueras y ruina de agricultores y ganaderos...".

Idígoras aprovechó su turno para asegurar que "no somos españoles ni franceses", y que "desde nuestra condición de nación diferenciada hemos de expresar nuestro rechazo a este modelo de construcción europea en base a los Estados y con exclusión de las naciones como la nuestra". Al concluir, los miembros de HB celebraron una rueda de prensa en la que ningún periodista formuló preguntas.

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